Los loros agapornis se distinguen por su disposición alegre, comportamiento interesante y colores brillantes. Son pequeños amigos reales y pueden ser muy divertidos. Por eso los niños los aman tanto. ¿Es posible domesticar a este pájaro y cómo hacerlo? Aprenderá sobre esto en la siguiente instrucción.
Instrucciones
Paso 1
Si ha comprado un pollito pequeño, en los primeros días es mejor no molestarlo. El loro tendrá miedo de los movimientos repentinos, miedo de ir al comedero. A veces puede esconderse en la esquina de la jaula. Por lo tanto, al principio, esparza la comida por el fondo de la jaula y ve a la habitación donde el pollito se sienta lo menos posible.
Paso 2
Cuando alimente a un polluelo, trate de hablarle afectuosamente. Asegúrese de llamar al loro por su nombre cada vez que se acerque al comedero. Esto lo calmará. Bajo ninguna circunstancia haga ruido o silbido. Habla con él en voz baja. Por lo tanto, debe acostumbrarse al nuevo entorno y a los juguetes.
Paso 3
A muchos tortolitos no les gusta cuando una persona se inclina hacia la jaula. Por eso, en las primeras semanas es mejor poner la jaula más alta. Luego, con el tiempo, se puede bajar más.
Paso 4
Naturalmente, es muy difícil para un criador de aves de corral novato determinar el estado de ánimo de un ave. Pero con el tiempo, puede reconocer fácilmente la actitud de su mascota. Entonces, si el agapornis está interesado en algo, entonces tirará de su cabeza hacia ese objeto. A veces, un juguete le interesa tanto que comienza a empujar o tocar un objeto desconocido con el pico. Con gran sorpresa, el loro levanta ligeramente las plumas de su cabeza y abre los ojos de par en par. Cuando está asustado, puede saltar repentinamente hacia un lado. Durante el juego, el loro inclina la cabeza y, a veces, entrecierra los ojos, si el proceso le da placer. El pájaro se acercó a usted y se congeló, mientras entrecerraba los ojos; esto significa que debe ser acariciado. A veces, un loro hace algo nuevo y espera la reacción del propietario. Es muy importante evaluar correctamente sus acciones, para dejarle claro al pájaro si lo apruebas o no. Con agresión, el loro alborota sus plumas, levanta la cabeza, abre mucho los ojos. Al mismo tiempo, incluso puede picotear a un humano. Con miedo, el pájaro se encoge y trata de esconderse. En clima frío, puede esponjar sus plumas y sentarse arrugado.