Los antibióticos se utilizan para tratar y prevenir el crecimiento de varios tipos de bacterias. Para los animales, se han desarrollado preparaciones especiales de este grupo, que difieren significativamente de los análogos utilizados para el tratamiento de humanos.
Los antibióticos son fármacos dirigidos muy potentes que nunca deben tomarse sin la supervisión de un médico especialista y, más aún, automedicarse con ellos. Esta regla se aplica tanto a humanos como a animales. Los agentes antibacterianos y antivirales pueden traer recuperación, pero también pueden causar daños irreparables a la salud e incluso provocar la muerte si se eligen incorrectamente o se prescriben la dosis incorrecta. El hecho es que ciertos tipos de virus y bacterias pueden resistir algunos tipos de medicamentos y morir a causa de otros. A los gatos se les prescribe tratamiento solo después de ser examinados por un veterinario y determinar el tipo y el origen de la enfermedad inflamatoria.
¿Qué enfermedades se recetan antibióticos a los gatos?
Las preparaciones del grupo de antibióticos se prescriben a los animales, incluidos los gatos, para ciertas enfermedades.
Las indicaciones para este tipo de tratamiento son diversos procesos purulentos e inflamatorios derivados de lesiones, por ejemplo, hematomas, heridas laceradas de la piel y tejidos musculares, suturas postoperatorias o en lugares de mordeduras de otros animales.
Las infecciones parasitarias y los problemas gastrointestinales también requieren tratamiento con antibióticos.
Las lesiones posparto del útero y los genitales suelen ir acompañadas de procesos inflamatorios infecciosos que requieren un tratamiento antibacteriano.
Los procesos purulentos e inflamatorios en las membranas mucosas de los ojos o la boca, las enfermedades del oído y dentales, respiratorias y resfriados en los gatos también se tratan con antibióticos.
¿Qué antibióticos se recetan a los gatos?
Los antibióticos para el tratamiento de gatos se producen en varias formas: en forma de tabletas, polvos, suspensiones, jarabes o solución inyectable, pero siempre marcados como "para uso veterinario". La elección de la forma del medicamento depende del tipo de enfermedad, la gravedad de su curso, el peso del animal e incluso su raza.
Para el tratamiento de diversas formas de enfermedades pulmonares, resfriados o infecciones virales, los veterinarios suelen recetar antibióticos como Gentamicina, Amoxicilina, Amoxiclav.
En los procesos inflamatorios que ocurren en el sistema genitourinario, se usa el tracto gastrointestinal, "Enorofloxacino" o "Clavulanato".
La infección por varios tipos de parásitos, el tejido muscular y las infecciones de la piel requieren un ciclo de tratamiento con terramicina o, por ejemplo, azitromicina.
Es casi imposible enumerar todos los antibióticos que se usan para tratar a los gatos, como todas las posibles enfermedades. Solo un veterinario calificado puede tomar la decisión correcta del medicamento y su dosis. Es muy importante recordar esto y ni siquiera intentar tratar al animal sin consultar a su veterinario.