Si el dueño del loro se enfrenta a la tarea de acostumbrarlo a sus manos, entonces esto no será difícil. Los loros son pájaros sociables, se aburren de sentarse solos en una jaula y, tarde o temprano, incluso el loro más terco o temeroso entrará en contacto.
Instrucciones
Paso 1
No hay necesidad de apresurar las cosas, entrenar a un loro comienza con acostumbrarse a la sociedad humana. La jaula se coloca a la altura del crecimiento. Necesita acercarse al ave con más frecuencia para comunicarse o alimentarse. Hágalo con cuidado, sin movimientos bruscos, llamando cariñosamente el nombre de su mascota.
Paso 2
Cuando el loro aprenda a comer sin miedo en las inmediaciones del dueño, puedes intentar invitarlo a que tome la comida de su mano a través de los barrotes de la jaula. Al principio, el pájaro se negará, por lo que es bueno atraerla con su golosina favorita. Al mismo tiempo, debes llamar al pájaro por su nombre.
Paso 3
Si tiene paciencia, después de unos días, dependiendo de la naturaleza del loro, comenzará a comer de su mano. Ahora puedes intentar alimentar al loro en la jaula. Al principio, se negará obstinadamente, pero no es necesario quitar la palma con comida de la jaula, después de unos minutos el loro se atreverá a comer de su mano. Naturalmente, el pájaro debe tener hambre antes de esto.
Paso 4
Poco a poco, el loro se irá acostumbrando a trepar a la palma con comida y comer de ella sin miedo. Para enseñarle a un loro a sentarse en un dedo, debe llevar la mano a la percha en la que está sentado el pájaro. Ella ya está acostumbrada a la mano y ella misma se moverá hacia el dedo. Si esto no sucede, entonces debe tocar ligeramente la barriga entre las piernas, después de lo cual el loro se sienta voluntariamente en el dedo extendido.
Paso 5
Hay ejemplares individuales de loros que rechazan la comida de sus manos, entonces pueden estar interesados en algo muy atractivo para ellos. Por ejemplo, a los loros les gusta mucho mirarse en el espejo. Al llevarlo a un lado, puede atraer al ave a la mano del propietario. Una vez que cruce esta barrera psicológica, el loro siempre irá voluntariamente al dueño.