El invierno es una época difícil para los animales, ya que las heladas severas y las duras condiciones para obtener alimento dificultan aún más la ya difícil vida en el bosque. Algunos de los animales comienzan a prepararse para esta época con anticipación, para que luego puedan dormir tranquilos en sus madrigueras hasta los primeros días de primavera. Otros tienen que soportar el frío en la búsqueda constante de alimento.
Instrucciones
Paso 1
Es especialmente difícil para los jabalíes en invierno. Y si en inviernos templados todavía pueden encontrar comida para sí mismos en forma de bellotas, raíces, bulbos o pequeños roedores, entonces en heladas severas con nieve profunda y suelo húmedo, prácticamente no lo logran. Los jabalíes debilitados y demacrados se convierten en presa fácil de los lobos. Pasan las noches de invierno en busca de comida e intentan sobrevivir el día en una madriguera, que colocan en las hojas caídas restantes.
Paso 2
Pero a los roedores les resulta mucho más fácil: pasan todo el invierno en hibernación en madrigueras preparadas previamente. De vez en cuando se despiertan para tomar un refrigerio de los granos almacenados para el invierno. Duerme hasta la primavera y el oso está en su guarida, que hace en un barranco natural o en las raíces de los árboles. Aísla su casa con musgo, hojas, hierba y luego la cubre con ramas de abeto. Si el oso ha acumulado suficiente grasa para el invierno y nadie lo molestará, tolerará las heladas y la nieve con bastante facilidad. Pero si en el otoño el oso no tuvo suficiente comida, en pleno invierno se despertará y comenzará a tambalearse por el bosque enojado y hambriento.
Paso 3
Las ardillas no hibernan, pero pasan mucho tiempo en su hueco, que también aíslan y preparan para el invierno. Como regla general, salen solo en busca de suministros comestibles hechos en el otoño: bellotas, hongos y nueces, que están ocultos por las raíces de los árboles.
Paso 4
Los castores pasan el invierno en sus chozas, construidas junto al agua y aisladas con limo y musgo. Entran en ellos bajo el agua, lo que les permite defenderse de posibles enemigos y meterse rápidamente en el embalse en busca de comida. Y junto a la cabaña, colocaron sus suministros de alimentos de invierno: ramas de árboles.
Paso 5
Liebres y lobos pasan el invierno de pie, buscando constantemente comida. Para que les sea más fácil soportar el invierno, su abrigo de piel se vuelve más grueso y esponjoso. Y en una liebre, también cambia de color de gris a blanco. En invierno, la guadaña se alimenta de raíces, bayas congeladas o ramitas de arbustos, mientras que los lobos cazan liebres o jabalíes.
Paso 6
Los zorros se esconden en cualquier madriguera cuando surge el peligro, y la mayor parte del tiempo corren por el bosque en busca de roedores. A principios de la primavera, cuando llega el momento de tener descendencia, eligen cuidadosamente su madriguera en alguna colina para ver el peligro que se acerca desde lejos.