La esterilización de un gato es una operación abdominal bastante seria, que se realiza bajo anestesia general. El período de recuperación para la mayoría de los gatos dura aproximadamente una semana. Y durante este período, es importante brindar al animal un buen cuidado y controlar el comportamiento de la mascota.
Comportamiento posoperatorio del gato
El momento más difícil para un animal es el día de la esterilización, cuando el gato apenas comienza a "alejarse" de la anestesia general. Este proceso puede ocurrir en animales de diferentes formas. Algunos gatos simplemente duermen hasta el día siguiente y otros se vuelven hiperactivos: intentan correr, saltar, trepar más alto, maullar fuerte. Al mismo tiempo, la coordinación de movimientos, por regla general, es muy deficiente, por lo que el animal puede caminar hacia atrás, caer, "fallar" al saltar y correr el riesgo de lesionarse. Por eso, es muy importante estar cerca de la gata para poder cuidarla. Además, algunos animales, alejándose de la anestesia, tienen miedo de estar solos y no sueltan a una persona.
Es mejor programar la operación en la mañana del día libre para poder monitorear el estado del gato en las primeras horas después de la operación. Entonces ya no necesitará supervisión constante.
Después de un período de actividad, se produce un sueño secundario. Después de que el gato se haya dormido, el resto de la anestesia "desaparecerá" de su cuerpo y comenzará a comportarse normalmente. Sus movimientos se volverán coordinados, el gato puede comenzar a mostrar interés por la comida, aunque al principio comerá muy poco. En dos o tres días, el gato estará letárgico e inactivo, pero tanto la actividad física como el apetito se recuperarán gradualmente.
Cómo cambia el comportamiento de un gato castrado
Después de la operación, el gato ya no experimenta problemas hormonales, y los gritos nocturnos, los maullidos histéricos y otras "fealdades" que acompañan al estro desaparecen con ellos.
Como regla general, el carácter de un gato después de la esterilización no cambia fundamentalmente: se comportan casi igual que antes de la operación en el período entre el estro. Pero al mismo tiempo se vuelven algo más tranquilos y obedientes, menos agresivos.
Por lo general, un gato esterilizado comienza a moverse menos, por lo que es necesario no solo ajustar su dieta (lo mejor es cambiar a un alimento especial para la esterilización), sino también intentar estimular su actividad física jugando con el animal más a menudo.
A veces, después de la cirugía, los gatos tienen un gran apetito. En tales casos, es importante no sucumbir a las "provocaciones" y no aumentar la dieta; de lo contrario, literalmente, en cuestión de semanas, el gato se vuelve obeso.
Si, a pesar de la operación, el gato continúa mostrando inclinaciones sexuales, esto puede significar que la operación no se realizó "limpiamente" y quedan partículas del ovario en la cavidad abdominal, que continúa funcionando. Las hormonas también pueden ser producidas por un útero abandonado y, a veces, las glándulas suprarrenales se encargan de esta función. En cualquier caso, el comportamiento típico del estro en una gata esterilizada es motivo de un examen serio por parte de un veterinario.