La castración se convierte inevitablemente en una prueba para un gato. Si los propietarios deciden sobre esto, su responsabilidad directa es asegurarse de que la operación sea lo más dolorosa posible para el animal.
El gato debe estar debidamente preparado para la castración. Durante la operación, la vejiga y el tracto digestivo del animal deben estar vacíos, por lo tanto, 12 horas antes de la castración, el gato no debe ser alimentado, e incluso una hora antes.
Tratamiento de herida
Si el médico después de la operación ha tratado la herida con un aerosol "Terramicina" o "Alumazol", permanecen en la piel por un tiempo, en este caso, no es necesario tratar la herida. Si no hubo tal tratamiento, la herida debe lavarse con peróxido de hidrógeno al 3% o solución de furacilina, disolviendo una tableta en un vaso de agua. No se recomienda tratar la herida con verde brillante o una solución alcohólica de yodo, pueden secar la piel.
Para evitar que el gato moleste la herida lamiéndola, debe ponerse un collar especial alrededor del cuello, que no le permitirá llegar a la parte posterior del cuerpo. Se quitan el collar solo para la comida. Se debe tener cuidado de que el gato no frote la parte posterior del cuerpo con el suelo.
El relleno de bandeja utilizado en este momento debe ser suave para no molestar la herida. Es mejor si es blanco o al menos un tono claro, en este caso los propietarios podrán notar de inmediato el sangrado que ha comenzado.
Posibles complicaciones
Los propietarios deben ser alertados por el aumento de la temperatura corporal del animal. La temperatura normal para un gato es de 38-39 ° C. En los primeros tres días, inevitablemente aumentará, pero si la temperatura no ha bajado ni siquiera en el cuarto día, este es un motivo para un llamamiento urgente al veterinario. Además, debe mostrarle el animal al médico si la herida comenzó a supurar. En este caso, el veterinario le recetará un antibiótico.
El primer día después de la operación, también se puede observar una disminución de la temperatura (menos de 37 grados), mientras el animal duerme. El gato necesita ser calentado aplicándole una almohadilla térmica y frotando sus patas. Si esto no ayuda, el gato aún no se mueve y no se despierta, es necesario llamar urgentemente al veterinario o llevar al gato a la clínica.
También es necesario llevar al gato a la clínica si la costura comienza a sangrar.
Después de la castración, el gato puede sufrir estreñimiento. La retención de heces es inevitable durante los primeros dos o tres días después de la anestesia, pero si el gato no defeca durante más de cuatro días, es necesario comenzar a darle un laxante. Por supuesto, no puede hacer esto sin antes consultar al veterinario, solo él puede elegir el medicamento adecuado, teniendo en cuenta el estado de salud y las características del organismo de un animal en particular.