Hace algún tiempo, una enfermedad como la piroplasmosis, transmitida por garrapatas ixódidas, era peligrosa solo para los perros. Sin embargo, no hace mucho tiempo, el agente causante de la piroplasmosis, que no es menos común y peligroso exclusivamente para los depredadores de la familia felina, se ha convertido no hace mucho. ¿Qué tan grave es esta enfermedad para un gato?
Cada año, con los primeros días soleados, las garrapatas se vuelven cada vez más activas. Estos repugnantes insectos chupadores de sangre son portadores de enfermedades tan peligrosas que amenazan la discapacidad total e incluso la muerte, como la encefalitis transmitida por garrapatas y la enfermedad de Lyme. Sin embargo, las garrapatas pueden ser peligrosas no solo para los humanos, sino también para los animales. Los gatos domésticos a menudo se infectan con piroplasmosis.
Piroplasmosis en un gato: síntomas
La piroplasmosis es una enfermedad parasitaria de los animales de sangre caliente, en la que un organismo microscópico ingresa al torrente sanguíneo a través de una herida por picadura de garrapata. Se multiplica activamente en el interior de los eritrocitos, lo que conlleva su muerte masiva y una grave intoxicación del cuerpo del gato. Sin tratamiento, el animal está condenado a muerte.
Los principales síntomas de la infección por piroplasmosis en gatos son:
- un aumento de la temperatura corporal hasta 41 ° С;
- apatía, negativa a alimentarse o simplemente falta de apetito;
- cambio del color normal de la orina a marrón rojizo;
- membranas mucosas amarillentas o simplemente pálidas.
La aparición de dos o más síntomas debe hacer sospechar al dueño de la gata que tiene piroplasmosis y acudir urgentemente al hospital veterinario para realizar un análisis de sangre periférica del animal. Acuerde con el asistente de laboratorio que el análisis se realice con urgencia, incluso si es por una tarifa; si su gato realmente tiene piroplasmosis, entonces el recuento pasa a horas.
Tratamiento de la piroplasmosis en gatos
Si los resultados de la prueba confirman el diagnóstico de piroplasmosis en el animal, entonces el gato debe recibir tratamiento. La terapia es prescrita por un veterinario y está dirigida principalmente a destruir el patógeno en la sangre del animal. Se trata de inyecciones y son bastante tóxicas, por lo que se prescriben goteros para aliviar la intoxicación y mantener el cuerpo del gato.
Es mejor prevenir la posibilidad misma de infección y mantener al gato afuera. Si esto no es posible, trate periódicamente el pelaje de su mascota con agentes repelentes de garrapatas, por ejemplo, aerosoles y gotas. No olvide comprar un collar de calidad para su gato al aire libre que ahuyentará a los parásitos. Unos meses antes del inicio del verano, el gato puede vacunarse contra la piroplasmosis, lo que no garantiza que no se produzca la infección, pero ayudará al cien por cien a evitar la muerte.