Los propietarios suelen tratar a los gatos como niños, por lo que están muy preocupados si las mascotas de repente se niegan a comer. Obligar a un animal a comer por la fuerza es un ejercicio inútil. Es importante establecer el motivo por el que se rechaza la comida. La falta de apetito en los gatos no siempre se asocia con una enfermedad.
Razones que afectan el apetito del gato
Los gatos son muy sensibles a los cambios de estilo de vida. Incluso los problemas familiares pueden afectarlos. Un cambio de lugar de residencia, la reordenación habitual de los muebles de la habitación o un nuevo cuenco que no te gusta pueden provocar falta de apetito o negativa a comer. Y si aparece una nueva mascota en la casa, los gatos son capaces de experimentar una depresión real. Durante el estrés, el animal generalmente no parece enfermo, pero está activo. En este caso, el apetito debería volver pronto: después de acostumbrarse a los cambios.
Las mascotas pueden "hacer huelga" contra el cambio de dieta: un nuevo sabor y olor, incluso una forma diferente de gránulos y la consistencia de la comida terminada a veces hacen que el gato se niegue a comer. Es mejor acostumbrar al animal a nuevos alimentos, agregándolos gradualmente a la comida habitual.
El apetito del gato puede verse afectado por la temperatura ambiente. En los días calurosos de verano, los animales a menudo pierden interés en la comida. Los gatos que permanecen constantemente en el apartamento pueden reaccionar al microclima del hogar en cualquier otra época del año, por ejemplo, en invierno, cuando las baterías de calefacción y los dispositivos de calefacción están conectados.
La manifestación del instinto sexual también se refleja en el apetito de un amigo doméstico de cuatro patas. Para los gatos, el período de ayuno termina muy rápidamente, y los gatos durante la caza sexual pueden incluso negarse a comer durante una semana. No debes preocuparte demasiado en este caso: en cuanto las hormonas del gato "se calmen", el animal volverá a su dieta habitual.
Los gatos pueden organizar un "día de ayuno" para ellos mismos. Esto generalmente es causado por comer en exceso o alimentos no digeribles. Incluso el resentimiento contra los dueños que se negaron a acariciarlos o jugar con ellos a veces se convierte en la razón de la huelga de hambre diaria del gato.
Los tiempos de ayuno que hacen poco daño dependen de la edad y la salud de la mascota. Por ejemplo, un animal joven sano puede sobrevivir 5 días sin comida y un gatito pequeño, solo un día. Lo principal es que en este momento se consume la cantidad requerida de líquido.
Un gato con acceso a la calle puede encontrar comida por sí solo. Y tampoco es infrecuente: buenos vecinos a los que les gusta alimentar a los "hermanos menores". En este caso, es posible que un gato que regrese de un paseo no muestre interés en la comida casera.
La falta de apetito es un signo de mala salud
Los gatos no comen bien si están enfermos. La insalubridad se manifiesta en el comportamiento y la apariencia de los animales: se ven letárgicos, somnolientos, pierden su alegría inherente. Mire atentamente para ver si hay un hematoma o una herida debajo del pelaje, si algo está atascado en su oído, si le duelen los dientes o las encías. Los parásitos también pueden molestar al gato.
Las enfermedades pueden ser muy diferentes, en primer lugar, trastornos gastrointestinales, invasiones helmínticas. Cualquier síntoma como fiebre, abdomen doloroso, movimientos intestinales anormales, etc. debe ser motivo de preocupación para el anfitrión. El autotratamiento puede agravar la situación, por ello, en cualquier caso, es recomendable consultar a un veterinario. Es importante establecer el diagnóstico correcto, realizar las pruebas necesarias y luego prescribir el tratamiento.