Muchos dueños de gatos enfrentan este problema: su mascota casi no bebe agua en absoluto. Pero esto puede conducir al desarrollo de enfermedades renales y de la vejiga. ¿Cómo persuadir a un gato para que beba agua?
Instrucciones
Paso 1
En general, un gato es un antiguo animal del desierto; recibe la mayor parte de su cantidad diaria de agua de los alimentos. Si lo alimenta con alimentos naturales, no hay ningún problema con el agua, es posible que el gato no beba nada. Sin embargo, si solo proporciona alimentos profesionales secos, asegúrese de colocar un recipiente para agua al lado del recipiente. El agua debe cambiarse a diario, el animal viejo nunca beberá.
Paso 2
Agregue productos lácteos fermentados o leche a la dieta. También puedes darle caldo cocido sin sal y especias, sopas variadas y cereales líquidos. El gato obtendrá suficiente humedad.
Paso 3
Si tu gato se niega a comer alimentos naturales, diversifica la dieta con alimentos enlatados húmedos de la misma empresa cuya comida seca utilizas constantemente. Esto reducirá la necesidad de agua.
Paso 4
Agregue un poco de comida enlatada al agua. Habiendo sentido un olor agradable y familiar, el gato puede comenzar a lamer.
Paso 5
Si todavía no hay problemas con el sistema genitourinario, puedes darle al animal algo salado, por ejemplo, un trozo de pescado ahumado. Pronto el gato sentirá una sed intensa y empezará a buscar agua y a lamer con avidez.
Paso 6
Durante mucho tiempo se ha observado que a estas mascotas les gusta beber agua no de un recipiente especialmente diseñado para ellas, sino de cualquier otro recipiente al azar. Deje, por ejemplo, un balde de agua sin tapar en el suelo, una taza en el fregadero o una jarra de medio litro en el estante. Pronto notará que el animal definitivamente trepará incluso a un lugar difícil de alcanzar para beber, incluso si tiene su propio cuenco de agua.
Paso 7
Si el gato ya tiene problemas con el sistema urinario y el médico le ha recetado un aumento de la ingesta de líquidos, riegue al gato con una jeringa. Tome una jeringa con una capacidad de 5-7 centímetros cúbicos, retire la aguja, llénela con agua y vierta agua lentamente en la boca de la bestia. El gato resistirá, fingirá que se está ahogando, pero con acciones tan inhumanas salvarás su salud y, posiblemente, la vida.