La depredación y el parasitismo son similares en muchos aspectos. Ambos tipos de relaciones entre poblaciones benefician a un lado (depredador y parásito) y dañan al otro (presa y huésped). Pero la depredación tiene sus propias características distintivas del parasitismo.
La depredación es una relación entre los seres vivos en la que un depredador mata y se come a una presa. Los depredadores no son los únicos animales que cazan, atrapan y matan a las presas. Además de los cazadores, hay animales cuya búsqueda de alimento se reduce a la simple recolección. Por lo general, las aves insectívoras se dedican a la recolección, que buscan a sus presas en los árboles, en la hierba y otros lugares donde viven los insectos. Para una presa (animal o vegetal), la depredación es una forma de encontrar alimento para ellos y sus crías. Una característica distintiva de este tipo de obtención de alimento es que no son plantas o carroña lo que sirve de alimento, sino un animal recién sacrificado. Algunos se refieren a la depredación y al herbívoro, porque las plantas son organismos vivos. Sin la depredación, el mundo de los animales y la naturaleza en su conjunto serían diferentes. Este método de obtención de alimentos regula la cantidad de herbívoros, elimina los individuos enfermos y débiles, lo que mejora el acervo genético de los seres vivos en el futuro. Por supuesto, el cazador no beneficia a su presa muerta, pero hace un servicio a esta población en su conjunto, donde sobreviven los más fuertes, los más resistentes y sanos. Sin embargo, no solo el animal cazador influye en la población de su presa, sino la presa también afecta a la población de su enemigo. Un herbívoro rápido y fuerte escapará fácilmente de un depredador débil. En consecuencia, los cazadores frágiles morirán de hambre, lo que llevará a esta especie a la posterior mejora de la descendencia. Esta mejora infinita en el acervo genético de ambos lados de la depredación conduce a la evolución de presas y presas. Los herbívoros tienen nuevos dispositivos para protegerse contra el enemigo. Estos pueden ser espinas, caparazón, habilidades de mayor destreza, fuerza y velocidad, glándulas venenosas, colorear cazadores espantosos, etc. Los depredadores también evolucionan. Los mineros se adaptan a los nuevos medios para proteger a sus presas, se desarrollan más físicamente, aparece un color de camuflaje, aumenta la agudeza de los órganos de los sentidos, etc. Esto significa que el depredador alcanza el nivel de presa y sus fuerzas vuelven a ser iguales. Luego, el ciclo se repite una y otra vez.