La castración de gatos es una operación quirúrgica que se realiza tanto por motivos médicos como a petición del dueño del animal. Por lo general, esta operación se realiza durante el período en que la edad del animal es de 5 meses a 4-5 años.
Por que castrar a un gato
Muchos propietarios hacen esta pregunta, porque la castración es una intervención quirúrgica y conduce a una violación del fondo hormonal en el cuerpo del animal. Sin embargo, para los animales domésticos que no están sujetos a reproducción, dicha intervención es una medida necesaria. Después de todo, un gato sexualmente maduro se esforzará por satisfacer sus instintos naturales. Y al no haber logrado lo que quiere, comenzará a experimentar un estrés severo, marcará esquinas en el apartamento e incluso intentará escapar a la calle. Cabe mencionar que las etiquetas para gatos tienen un olor desagradable, del cual es bastante difícil deshacerse. Además, los dueños deben recordar que de nada sirve castigar al gato por las marcas del territorio, pues el animal busca así manifestar los instintos que le son inherentes por naturaleza. Por lo tanto, la castración oportuna es necesaria para facilitar la vida de la mascota y sus dueños.
¿A que edad es mejor castrar a un gato?
Los veterinarios recomiendan castrar a los animales inmediatamente después de la pubertad entre los 7 y los 12 meses de edad. Por supuesto, se puede realizar una operación en un gatito de cinco meses, sin embargo, la castración temprana en el futuro puede provocar enfermedades del sistema genitourinario. La castración tardía también tiene algunos inconvenientes. Primero, los animales más viejos toleran peor la anestesia general. En segundo lugar, después de la castración, los gatos adultos no siempre mejoran su comportamiento y continúan marcando esquinas en el apartamento.
Cómo cuidar a un gato después de la cirugía
La castración no es una operación abdominal y no afecta los órganos internos, por lo que el período de recuperación posterior dura solo unos días. A veces, el médico ni siquiera sutura los genitales del gato, tratando la herida postoperatoria con un verde brillante.
Si el gato está sano y la operación se desarrolló sin complicaciones, no se requieren cuidados especiales. Solo debes seguir las recomendaciones del veterinario El médico puede prescribir el tratamiento de la herida con clorhexidina o verde brillante.
Para que la operación se desarrolle sin complicaciones, se recomienda a los propietarios que se comuniquen con clínicas veterinarias acreditadas. Las reseñas de cualquier clínica se pueden encontrar en los foros donde se comunican los dueños de los animales.
Después de la operación, el animal debe contar con descanso y una cama tibia. Quizás el gato se niegue a comer el primer día, pero esto no es motivo de preocupación. Lo más importante es que bebe agua. El segundo día después de la operación, lo más probable es que el gato tenga buen apetito. Esta es una señal segura de que su salud es normal.
Si el segundo día después de la operación el gato se niega categóricamente a comer, es mejor llamar al veterinario. El médico puede ofrecer llevar al animal a la clínica para un examen y asegurarse de que no haya complicaciones graves.
Si el gato después de la castración deja la anestesia durante mucho tiempo, los propietarios deben controlar su movimiento por el apartamento. El animal puede intentar saltar a cualquier superficie alta, desde la que no puede saltar por sí solo.
Dieta para un gato castrado
Los animales castrados son propensos a la obesidad, por lo que deben cambiarse a alimentos dietéticos. Y para prevenir la urolitiasis, el pescado y el marisco deben eliminarse de la dieta del gato. La forma más sencilla de solucionar el problema de la alimentación dietética es comprando piensos especializados para animales castrados. Estos alimentos son bajos en calorías y contienen sustancias que previenen el desarrollo de enfermedades del sistema urinario.