Cuidar a un gato es tan agradable como lavar a una mascota. Es bueno que los gatos sean bastante limpios por naturaleza, pero a veces es necesario lavarlos. Es importante elegir los métodos y medios adecuados para el lavado.
Para lavar gatos, use solo aquellos productos que están destinados específicamente a este animal. Los champús para humanos tienen una proporción de pH ligeramente diferente y secan la piel del gato. Los champús para perros pueden contener sustancias dañinas o incluso nocivas para los gatos.
A la hora de elegir un champú, debes intentar que tu mascota no se irrite por su olor. A un gato raro le gusta oler a champú de lavanda; después de lavarse, intentará lamerlo. Es mejor ni siquiera intentar usar el aroma cítrico.
Cómo tener un gato mientras se lava
Para bañar a tu gato, lo mejor es meterlo en una bañera o palangana y agarrarlo firmemente por la nuca. Así es como los gatos crían a sus gatitos. Puede gotear aceite de ricino o aceite mineral en los ojos del animal para evitar la irritación del jabón.
Si el gato es un adulto y al mismo tiempo no está acostumbrado a bañarse, la tarea se vuelve algo más complicada. Los gatos acostumbrados a lavarse desde una edad temprana pueden tolerar el procedimiento como desagradable, pero inevitable: no escapan durante el lavado, sino que solo expresan su desaprobación, por ejemplo, silbando.
Puede poner una alfombra de goma en el recipiente de baño. El gato puede pararse sobre él, incluso clavar sus garras. Al sentir un apoyo firme bajo sus patas, la mayoría de los gatos dejan de luchar.
Cómo lavar a un gato
El pelaje del animal debe humedecerse con agua tibia, es más conveniente usar una ducha para esto, para que el agua no entre en la cara del gato. Si el champú es bueno, hará espuma rápidamente, incluso cuando el pelaje del gato no esté muy mojado. También es muy fácil de lavar. El lavado debe ser rápido, los movimientos de la persona deben ser cuidadosos. A los gatos no les gustan los baños prolongados. Cuanto más hacen espuma y se enjuagan, más impacientes se vuelven.
Recuerda cerrar la puerta de la habitación cuando bañes a tu gato, de lo contrario podría soltarse y salir corriendo. Es mejor limar sus garras con anticipación. El baño debe realizarse de manera rápida y eficiente, excelente si logra hacerlo en diez minutos. Enjabona el pelaje con un movimiento de oreja a cola, especialmente si usas un champú antipulgas. Enjuague, comenzando por la parte posterior del cuello.
Debe intentar quitarse la espuma lo antes posible: el gato enjabonado está resbaladizo y se siente incómodo al sostenerlo. Al lavar el jabón, trate de que no le entre agua en la cara; el animal se asustará. Una vez que el jabón se ha lavado por completo, se saca al gato del lavabo, se baña y se envuelve en una toalla grande. Seque al gato más a fondo, especialmente si es de pelo largo; las áreas húmedas del pelaje pueden infectarse fácilmente con hongos.