Los loros suelen llevarse bien con sus dueños. Pero en su vida también sucede cualquier cosa, y es muy posible que el agapornis pase de un dueño a otro. Un loro adulto que ha cambiado de dueño, como un polluelo recién sacado de una casa de anidación, necesita tiempo para acostumbrarse a un nuevo entorno y nuevos amigos. Los agapornis están menos domesticados que otros loros pequeños. Pero se le puede enseñar a no tener miedo de la gente, a responder a un nombre e incluso a comer de sus manos y sentarse en su hombro.
Es necesario
Juguetes y comida para loros
Instrucciones
Paso 1
Coloque la jaula más alta. A muchos loros no les gusta estar inclinados sobre la jaula, y hasta que no conozcas a tu agapornis, es mejor no molestarlo en vano. En los primeros días, deja en paz al agapornis. Déjelo que mire bien a su alrededor. Un loro adulto suele tardar uno o dos días en acostumbrarse al nuevo entorno. La chica necesita más tiempo. No se excluye que simplemente lo arrinconarán a martillazos. No importa, necesita mirar a su alrededor. Pero ponga algo de comida en el piso, porque puede asustar al bebé acercarse a un comedero desconocido. Trate de molestar al agapornis con menos frecuencia durante este tiempo. Acérquese a la jaula solo si necesita limpiarla, agregar comida o cambiar el agua. Habla con tu bebé con voz tranquila. Llame a su loro por su nombre.
Paso 2
Después de una semana, puede comenzar a domesticar a su bebé. Dale de comer a menudo. Dé pequeñas cantidades de comida, pero cada 3-4 horas. El loro debe acostumbrarse a que vienes a su jaula y no le pasa nada malo. Habla con él todo el tiempo y llámalo por su nombre.
Paso 3
Cuando estés seguro de que el pájaro ha dejado de preocuparse cuando aparezcas, puedes intentar bajar la jaula más abajo y acercarte a la jaula. Deja que el pájaro mire tu cara. Pero no debes meter las manos en la jaula a menos que sea absolutamente necesario. A los tortolitos realmente les disgusta que alguien ocupe su territorio. Puede intentar acariciar al pájaro solo cuando el loro comience a mostrar interés en su mano. Si no le teme a un pico afilado, intente alimentarlo con la mano. Pero esto solo se puede hacer si el loro es absolutamente amigable contigo. Si nota el más mínimo signo de insatisfacción, retire la mano, porque el loro puede infligir heridas dolorosas.
Paso 4
Juega con el loro. Primero, ofrézcale juguetes diferentes. Cuando se sienta cómodo con ellos, intente estirar la pera con la palma extendida. Si el loro se lo toma con calma, continúe con el ejercicio. Si se enoja, posponga la sesión para otro momento.
Paso 5
Cuando el loro se acostumbre a tus manos y al nuevo entorno, comienza a soltarlo de la jaula, mientras le enseñas a regresar allí. Si el pájaro lo permite, tómalo en tus manos y colócalo en tu hombro. Es posible que al agapornis le guste esa percha y la use con regularidad. Lo principal es no forzar eventos. No insista si el pájaro no llega a las manos.