Muy a menudo, los dueños de mascotas también se olvidan de cuidarlos. Las orejas de perro requieren un aseo regular. Esto es especialmente cierto para los perros que tienen orejas grandes.
El principal problema asociado con las orejas caninas se produce durante los períodos más cálidos del año. El nombre de este problema es garrapatas. No, estas no son las garrapatas que pican a los humanos. Estas son las llamadas garrapatas de vaca. Son de color marrón y son varias veces más grandes de lo habitual. Son estas garrapatas a las que los perros se aferran a menudo durante los paseos. Por lo tanto, después de cada caminata, debes revisar tus oídos. Si hay una garrapata en la cavidad del oído, el perro, por regla general, a menudo se rasca las orejas. Se debe quitar la garrapata y luego lubricar el sitio de la picadura con una preparación especial para evitar la supuración. El alcohol bórico servirá.
En la cavidad del oído de los perros, no solo se acumula cera, sino también suciedad. El resultado de las caminatas. Por esta razón, las pulgas pueden crecer en sus oídos. El perro no solo se rascará las orejas con frecuencia, sino que también se comportará algo inquieto. Una vez a la semana, es necesario limpiar las orejas del perro con un paño, previamente humedecido en una solución de peróxido de hidrógeno al 3%.
Cualquier herida purulenta que aparezca es el resultado de un cuidado descuidado de los oídos o la falta del mismo. Si el perro se rasca las orejas con frecuencia, esto indica que hay alguien en ellas. Las heridas peinadas purulentas no deben curarse solas. Es mejor buscar el consejo de la medicina veterinaria. Algunas heridas purulentas que aparecen se tratan con antibióticos. Solo un veterinario puede seleccionar los medicamentos necesarios y prescribir el tratamiento correcto.