Los gatos se encuentran entre las mascotas más populares. Se estima que estas criaturas han convivido con los humanos durante más de 10 mil años. Estas mascotas son animales agraciados y hermosos que brindan a sus dueños amor, calidez y, por supuesto, cariño.
Instrucciones
Paso 1
Los gatos siameses son una de las razas más antiguas y extendidas de la Tierra. Han ganado popularidad debido a su coloración inusual y naturaleza amigable. Hoy en día, estas comadrejas se encuentran en todo el mundo. La primera mención de la raza de gato siamés se remonta al siglo XVI. Fue entonces cuando estas divertidas criaturas comenzaron a reproducirse en la corte real de Siam (ahora Tailandia). A finales del siglo XIX, los europeos comenzaron a importar estos animales al Viejo Mundo y los cruzaron con representantes de otras razas. Es difícil confundir a los gatos siameses modernos con cualquier otra raza, ya que las llamativas características externas inherentes a estas criaturas los distinguen de todo el reino felino.
Paso 2
En primer lugar, los siameses tienen un físico determinado: su cuerpo es alargado, delgado y musculoso. Desde fuera puede parecer que el gato está demacrado, ¡pero no es así en absoluto! La forma delgada del cuerpo permite que los gatos siameses sean animales muy flexibles. Con una longitud corporal media, un adulto pesa de 2,5 a 5,5 kg. El cuello del siamés está ligeramente arqueado y alargado. Las extremidades también son largas y musculosas, por lo que las patas de los gatos siameses se distinguen por su delgadez. La cabeza de los gatos de esta raza tiene forma de cuña: el hocico se extiende hacia adelante y el cráneo es ligeramente convexo. El siamés prácticamente no tiene mejillas en la cara, pero tiene pómulos bastante altos.
Paso 3
La nariz de los gatos siameses es recta y es una continuación de la frente, y las orejas son enormes y apuntan hacia arriba. Por cierto, las orejas grandes de los siameses son otra característica única que distingue a estos gatos de cualquier otro. Alrededor del hocico, así como en la cola y en las puntas de las patas, los siameses tienen un distintivo color beige. Es curioso que en la cara se asemeje a un triángulo equilátero: sus puntas son las puntas de ambas orejas y la nariz. Otra curiosa diferencia entre la raza de gato siamés y cualquier otra son sus ojos: no solo son oblicuos en estas criaturas, también tienen un color azul o azul. El tamaño de los ojos de las bellezas siamesas es medio y su forma tiene forma de almendra. Muchos criadores dicen que este rasgo particular indica un siamés de pura sangre. Las colas de estas bellezas "mugrientas" son largas y delgadas, estrechándose hacia el final.
Paso 4
Los gatos siameses tienen un pelo denso, pero al mismo tiempo, fino y corto que está cerca de su cuerpo. Prácticamente no tienen subpelo. Como se mencionó anteriormente, el color de todo su cuerpo tiene un carácter peculiar: las manchas oscuras cubren tanto el hocico de estos gatos, como la punta de sus patas, e incluso la cola. Los criadores siameses afirman que un gato siamés de raza pura debe tener un fuerte contraste entre el color principal del cuerpo y las manchas en él.