A lo largo de los siglos de convivencia, los animales han aprendido a comprender de manera bastante tolerable el lenguaje humano, y no solo las palabras en sí mismas, sino en mucha mayor medida el lenguaje corporal. Las personas mismas no tuvieron tanto éxito en la comunicación interespecífica, pero sin embargo aprendieron algunos de los matices. Por ejemplo, el hecho de que un perro mueva la cola cuando está feliz. Pero otro compañero del hombre de cuatro patas, un gato, por alguna razón no tiene ese hábito.
Sutilezas de la lengua de un perro
Se cree ampliamente que un perro mueve la cola cuando está feliz. De hecho, una reunión con un dueño amado y otros miembros de la casa, esperando una golosina o la promesa de un paseo, ver a una persona familiar o el perro de un vecino, esperando que el perro sea arrojado por un juguete favorito o que le dé una palmada en la espalda. el cuello, haz que el animal tuerza la cola. Sin embargo, si observa más de cerca al perro, notará que al ver a otro individuo grande y agresivo, el animal al principio también mueve la cola, y luego emite un gruñido sordo y se apresura al ataque. Los científicos decidieron estudiar cuidadosamente una contradicción tan obvia y descubrieron que, al encontrarse con el dueño, el perro mueve la cola con un sesgo hacia el lado derecho y, habiendo adoptado una postura de lucha, inclina la cola más hacia el lado izquierdo. Una herramienta tan simple como la cola permite al animal expresar una gama bastante amplia de emociones.
"Inclina" la cola hacia el lado derecho no solo con alegría, sino también con curiosidad al ver un objeto o criatura desconocida que no parece amenazante para el perro.
Lo que el gato quiere decir
La cola juega un papel importante en la vida de un gato, pero el animal, con la ayuda de esta parte del cuerpo, intenta transmitir información diferente a la de un perro. Una buena señal es una cola esponjosa levantada por una pipa. Esto significa que el animal se siente muy bien, está de buen humor y espíritu de lucha y está listo para jugar. Si el gato mueve bruscamente la cola, como un látigo, esto demuestra que está enojado. Si el animal no se queda solo en este momento, puede rayar a la persona.
En el caso de que el gato mueva no solo la cola, sino también toda la parte trasera, el animal se deja llevar por la caza y se prepara para el lanzamiento decisivo.
Vive como un gato y un perro
Los perros son animales de manada, mientras que los gatos prefieren vivir solos en su mayor parte. Fueron las peculiaridades de la forma de vida las que determinaron los hábitos tan diferentes de los animales. Los perros tenían que comunicarse con los familiares de la manada, para mostrar no solo agresión, sino también su disposición. A su vez, las personas estaban más dispuestas a criar perros que se distinguieran no solo por sus cualidades de caza, pastoreo o vigilancia, sino también por su amor por el dueño, que expresaban, incluso moviendo la cola. Los gatos, sin embargo, fueron domesticados mucho más tarde, no necesitaron mostrar su buena actitud hacia sus compañeros y, por lo tanto, no adquirieron un hábito similar en una vivienda humana.