¡Has decidido tener un perro! Ahora es importante decidir la raza del perro, decidir si será niño o niña y, por supuesto, no confundirse con la elección del bebé. Ni siquiera se trata tanto del exterior como de la salud del cachorro.
Instrucciones
Paso 1
¿En primer lugar? observe el comportamiento del bebé. Un cachorro sano es activo y móvil. Entiendes que si un animal no está bien, no tiene tiempo para juegos, el niño no debe ser miedoso ni agresivo. Puedes hacer una prueba sencilla: aplaudir o dejar caer un manojo de llaves al suelo. Un cachorro equilibrado estará alerta por un momento e inmediatamente regresará con calma a sus estudios. Si el cachorro es demasiado tímido o agresivo, es mejor no llevarlo, tal vez su carácter no cambie en el futuro.
Paso 2
Ahora pase a evaluar la condición física del cachorro. Los ojos deben estar limpios, brillantes, sin lagrimeo ni pus. Busque inflamación del tercer párpado, algunas razas tienen este problema. Las orejas de un cachorro sano son de color rosa pálido y limpias. No deberían oler. Si el bebé sacude la cabeza y las orejas, es posible que haya un ácaro del oído. Las membranas mucosas también deben ser de color rosa brillante. Si son de color pálido, el cachorro puede estar enfermo o cableado. Examina el abdomen. Debería ser plano. Una barriga hinchada es a menudo un indicador de que un perro tiene gusanos. Busca una hernia.
Paso 3
Examina la piel y el pelaje. El pelaje debe ser liso y brillante. Aunque muchos cachorros todavía tienen pelusa de niños, que no brilla. Piel sana: limpia, sin heridas, úlceras. La abertura anal y los genitales deben estar limpios, el cabello debajo de la cola no debe estar pegado.
Paso 4
Además de examinar al cachorro en sí, mire a la madre. Pregúntele al criador qué ha comido. Algunas enfermedades se heredan, como la displasia de cadera. Si hubiera cachorros de esta pareja reproductora antes, sería bueno mirarlos. Es más fácil determinar cuál podría ser su cachorro por descendencia que por los propios padres.