El lenguaje en el que los gatos pueden expresar sus emociones y deseos consiste no solo en señales vocales (maullidos, ronroneos, rugidos y gruñidos de diferentes tipos), sino también en diversas posturas y movimientos del cuerpo del gato.
El lenguaje verbal de los gatos
El maullido de un gato es lo primero que hay que escuchar. En general, los animales utilizan el habitual "maullido" felino sólo en la comunicación con los humanos, expresando peticiones y quejas. Un maullido prolongado indica que el gato expresa su disgusto (quizás hay factores que le traen sensaciones desagradables: una bandeja sucia, falta de agua fresca en un cuenco). Un maullido corto y suave, repetido varias veces, puede ser un indicio de tacto de que el gato quiere atención o comida.
De los otros sonidos frecuentes que hace un gato, se puede distinguir el ronroneo. Los gatos ronronean, experimentan emociones positivas: dan la bienvenida al dueño, muestran placer por cualquier acción, llaman a los gatitos y otros gatos. El rango vocal de los gatos es más amplio que el de los gatos, que tienden a ser más silenciosos.
En caso de sensaciones negativas, los gatos pueden tener sonidos retumbantes profundos. Por lo general, estos sonidos no están dirigidos a personas, sino a gatos y perros hostiles, pero a veces pueden indicar que el gato está listo para defenderse de una persona (por ejemplo, cuando un extraño se acerca demasiado a los gatitos). En el caso de un ruido uterino bajo dirigido a una persona, es mejor dar un paso atrás lentamente. El silbido de un gato puede ser un signo de agresión y miedo.
Los fuertes gritos de los gatos caracterizan la temporada de reproducción, en la que el gato y el gato pueden tener "conciertos de gatos", o preceden a una pelea cerrada por el territorio o la comida. En tales casos, es mejor separar a los animales de antemano.
Lenguaje corporal del gato
La lengua no verbal de un gato consiste en la posición de la cola, los movimientos de las patas y las orejas. Como regla general, los movimientos de pisoteo de las patas en el cuerpo del propietario muestran el mayor grado de confianza y apertura del gato, ya que este gesto es utilizado por primera vez por los gatitos para estimular la aparición de leche en la madre. La cola levantada con una pipa es un signo del saludo del propietario. Otro signo de confianza puede estar tumbado de espaldas: tumbado así, el gato sustituye una barriga sensible. Por el contrario, no debe tocar a su mascota si nota un golpeteo nervioso de la cola en el suelo y orejas apretadas; lo más probable es que el gato haya notado algún tipo de "presa" y esté sentado en una emboscada.