En 9 de cada 10 casos, la causa de la enfermedad de un loro es la actitud descuidada de los propietarios: pienso de mala calidad, iluminación insuficiente, falta de vitaminas en la dieta diaria del ave, limpieza deficiente de la jaula y la habitación como entero. Todo esto reduce la inmunidad del loro y lo hace susceptible a muchas enfermedades.
Instrucciones
Paso 1
Todas las enfermedades de los loros se pueden dividir en varios grupos. El primer grupo son las enfermedades nutricionales. Sus motivos son la alimentación únicamente con pienso de cereales o, por el contrario, principalmente con verduras y frutas, la sobrealimentación con cereales de uno de los tipos y la falta de acceso del ave a la alimentación mineral. Dichas enfermedades se pueden identificar por los siguientes signos: el loro se mueve poco, no le interesan los columpios, los juguetes, las campanas, los excrementos líquidos, la apática sentada en una percha sobre dos patas, el rechazo total o parcial de la comida.
Paso 2
El segundo grupo de enfermedades incluye las enfermedades parasitarias. Solo se puede realizar un diagnóstico preciso en un entorno de laboratorio. Para hacer esto, debe mostrar el ave a un veterinario ornitólogo. Lo más probable es que le pida que le traigan excrementos de pájaros y plumas caídas al laboratorio para su análisis. Las enfermedades parasitarias se manifiestan como un desplumado irrazonable de un loro, la aparición de crecimientos en el pico, el pico y las patas (generalmente blancas, grises o marrones) y la pérdida de plumas rotas. En las plumas que se han caído o arrancado por un pájaro, a veces se puede notar algo similar a no suciedad en la parte densa de la pluma (en la base), agujeros en el eje de la pluma, "costuras" en la propia pluma.
Paso 3
El tercer grupo son las enfermedades infecciosas. Son bastante raros: la mayoría de los virus humanos no le dan miedo a un loro, y si se mantienen adecuadamente, simplemente no hay lugar para "recoger" los virus de aves. Las enfermedades infecciosas se manifiestan como lagrimeo, secreción de su pico y cera, excrementos líquidos de color amarillo o verde brillante, apatía. Muy a menudo, el loro rechaza la comida, pero comienza a beber mucha más agua que antes.
Paso 4
El cuarto grupo suele incluir diversas lesiones: contusiones, cortes, fracturas y otras lesiones mecánicas. A menudo se pueden ver síntomas de trauma: el loro tiembla, dobla de forma no natural una de sus patas, dobla sus alas incorrectamente o las mantiene hacia abajo, sangre o moco es visible en las plumas, es difícil para el ave sostener su cabeza, el cuerpo cae de lado, el loro no puede permanecer en la percha y se sienta en las celdas inferiores.
Paso 5
El quinto grupo incluye enfermedades de los órganos internos. Es imposible determinarlos a simple vista. Incluso un ornitólogo no siempre puede diagnosticar con precisión. Una de las enfermedades más comunes en esta categoría es la enfermedad hepática. Surgen cuando las aves de corral tienen una abundancia de alimento con un alto contenido de grasa, por ejemplo, semillas de girasol. Los órganos internos también sufren si al ave se le permite incluso ocasionalmente darse un festín con comida "humana": pasta, chocolate, pan blanco fresco, salchichas, etc.