No siempre es posible reconocer la enfermedad de un gato a primera vista. A veces, el animal se ve sano, pero un dueño cariñoso nota cambios en el comportamiento de la mascota y comienza a dar la alarma. Para no sobrecargar al veterinario una vez más en vano, llamándolo por cada bagatela, es más fácil aprender a identificar usted mismo los signos de la enfermedad del gato.
Instrucciones
Paso 1
Presta atención a la apariencia del gato. Una nariz seca y caliente está lejos de ser el único signo de la enfermedad de un animal. Si tu mascota no está sana, lo más probable es que su pelaje se vuelva opaco y erizado, su movilidad disminuirá, su apetito e interés por todo lo que suceda desaparecerá abruptamente. También debe estar en guardia cuando una mascota sociable y juguetona de repente comienza a pasar la mayor parte del tiempo en un espacio cerrado y oscuro, por ejemplo, en un armario o debajo de una cama.
Paso 2
Observe la descarga de su gato durante varios días. Estreñimiento o diarrea, sangre en las heces, color demasiado oscuro o demasiado claro de las heces deben ser el motivo de acudir al médico. Por parte del sistema genitourinario, las violaciones pueden ser señaladas por: incontinencia urinaria, llanto de un animal al orinar, negativa a ir a su lugar habitual (si visitar la bandeja se asocia con dolor e incomodidad).
Paso 3
Haz un autoexamen del gato. Tómelo en sus brazos, colóquelo en su regazo, levante las patas y sienta suavemente su estómago. Si está hinchado o duro, y su tacto claramente lastima al animal, entonces el paciente tiene problemas con el tracto gastrointestinal. Pase los dedos por toda la piel para ver si hay úlceras, tumores y crecimientos debajo del pelaje. Mire al gato a los ojos y oídos: en un animal sano, deben estar limpios, sin secreciones purulentas. Abra la boca del gato: placa y llagas en la lengua, un olor acre indica enfermedad.
Paso 4
Pese al gato si le parece que ha perdido o aumentado de peso de forma espectacular. Busque la línea de pulso en la parte interna del muslo y cuéntela. Si el resultado es superior a 120 latidos por minuto, el animal puede tener fiebre. Puedes comprobarlo con un termómetro electrónico, lubricando su punta con vaselina e introduciéndola en el ano debajo de la cola del animal durante unos minutos. Sin embargo, esté preparado para el hecho de que el gato puede no permitir que el dueño realice dicha manipulación con él.
Paso 5
Llame a su veterinario y enumere todos los síntomas que encuentre. A veces, los médicos dan consejos por teléfono. Pero si te dicen que es necesario un examen personal, no dudes en llevar al gato a una cita o llamar al veterinario de casa.