Cuando un animal se enferma, surge la cuestión de su tratamiento fuera del hospital. Algunos anfitriones están experimentando esto por primera vez y tienen dificultades para administrar medicamentos. En gatos y gatos, los medicamentos líquidos se administran por la boca, pero ¿qué pasa si deben inyectarse por vía subcutánea?
Instrucciones
Paso 1
Primero debe preparar todo lo que necesita para la inyección. Coloque una gasa limpia sobre una superficie dura y extienda jeringas desechables, ampollas y líquido antiséptico sobre ella.
Paso 2
Abra con cuidado la ampolla y extraiga el medicamento, evitando que entre aire en la jeringa.
Paso 3
Acueste al gato de lado y déle palmaditas en la espalda. Habla con el gato en un tono tranquilo y uniforme y trátalo con una deliciosa comida de tu mano.
Paso 4
Luego, pellizque la piel cerca de la columna, tire hacia atrás e inserte la aguja de la jeringa en el pliegue cutáneo paralelo a la columna. Aquí es donde se acumulan los vasos sanguíneos más grandes, lo que permite que el fármaco se absorba más rápido. Además, es necesario controlar la profundidad de inserción de la aguja, no más de 2-3 cm.
Paso 5
No debe tratar la piel del gato, ya que ella misma desarrolla propiedades desinfectantes, sin embargo, si existe el riesgo de que la herida se ensucie, por ejemplo, el gato camina afuera, puede tratar el lugar de la inyección con una solución antiséptica..
Paso 6
Una vez que el medicamento se haya inyectado por completo, debes sacar la aguja de la piel y hablarle al gato con cariño, calmarte y darle algo sabroso nuevamente.