Los primeros refugios destinados a mantener mascotas sin dueño comenzaron a funcionar en los Estados Unidos en el siglo XIX. En Australia, la primera institución de este tipo se organizó en 1912 y funciona hasta el día de hoy. En Rusia, estos refugios funcionan como empresas municipales, pero la mayoría de ellos existen gracias a donaciones privadas o son creados por organizaciones públicas donde trabajan voluntarios.
Cómo funcionan los refugios para perros
Dependiendo de la forma de propiedad, los refugios para mascotas tienen diferentes propósitos. Los refugios municipales, de los que no hay tantos, están destinados al alojamiento temporal de animales callejeros atrapados en la calle. Los escasos fondos destinados a su mantenimiento solo permiten colocar a varios perros en recintos bastante estrechos y proporcionarles comidas únicas, que son la comida más barata que no contiene nada más que harina de huesos.
El tiempo de tener un animal en un refugio municipal está limitado a seis meses, y si durante este tiempo el dueño no lo encuentra, simplemente se le practica la eutanasia. Naturalmente, en caso de enfermedad, el perro no recibirá atención veterinaria. Tampoco es necesario contar con la humanidad del personal: los trabajadores poco calificados, principalmente de las repúblicas del sur, trabajan en los refugios municipales.
Aquellos refugios que son creados por organizaciones públicas están constantemente experimentando dificultades. Esto es la falta de fondos para el mantenimiento y la falta de un número suficiente de trabajadores y la falta de voluntad de las autoridades para brindar asistencia o al menos asignar oficialmente una parcela de tierra para un albergue. Pero en tales instituciones, el animal puede contar con atención veterinaria, que es brindada gratuitamente por clínicas especializadas, y con mantenimiento hasta la vejez. Debemos rendir homenaje: los voluntarios de estos refugios están haciendo todo lo posible para que el perro encuentre un nuevo dueño.
En los refugios privados, trabajan cuidadores de perros profesionales, que pueden brindar a los animales una asistencia calificada, pero también se calculan en el hecho de que los propietarios que donan el animal al refugio le asignarán dinero al menos para un veterinario y comida..
Cómo llevar a un perro a un refugio
Si su situación es realmente desesperada y simplemente no puede quedarse con el animal, intente primero adjuntarlo a algunas personas bondadosas, todavía hay muchas. En caso de que esto no funcione, averigüe a través de la omnipresente Internet qué refugios para animales sin hogar operan en su ciudad. Si tiene la opción, intente dejar al perro en un refugio público o privado y apoye a los simpatizantes de él con al menos algunos medios materiales o, tal vez, con materiales de construcción para construir recintos, alimentos, medicinas. Pero debes entender que los refugios no son un lugar donde los animales se sientan bien, no importa qué tipo de mantenimiento se les brinde allí.