Si eres dueño de un gato y tu animal no está involucrado en la cría de una determinada raza, entonces es mejor castrarlo. Esto se hace para reprimir el instinto reproductivo del gato y una vida tranquila para su dueño.
Algunos propietarios esperan que su mascota no empiece a marcar en las esquinas ni a gritar por la noche. Compran una variedad de pastillas y gotas hormonales que ayudan, pero no por mucho tiempo, mientras dañan el cuerpo. En el futuro, llegan a la conclusión de que es hora de hacer la castración.
¿Cuándo operarme?
Existe una regla de que la castración se puede recetar a un gato a partir de los 7 meses. A partir de este momento, la castración no dañará el cuerpo.
Se recomienda castrar a un gato antes del primer apareamiento, para que no tenga ganas de reproducirse en su memoria, porque la producción de hormonas ocurre en la glándula pituitaria.
Si antes de la castración nunca sacaste al animal a la calle o sabes que el gato puede tener miedo de ir a la clínica, entonces puedes hacer la castración en tu casa. Las ventajas de esta opción son que el animal se encuentra en un entorno doméstico normal y está menos estresado. Ahorrar tiempo al propietario también tiene aspectos positivos. Durante la operación, puede realizar las tareas del hogar.
Una semana antes de la operación, el gato debe recibir un medicamento antihelmíntico. 6 horas antes de la operación, al gato se le asigna una dieta de hambre. Todo esto se hace con el fin de evitar complicaciones postoperatorias en el animal.
¿Cómo se hace la castración?
Esta operación se realiza bajo anestesia general. La operación dura entre 20 y 30 minutos, para ello se inyecta al gato con una corta duración de anestesia.
El veterinario hace una disección del escroto y liga el cordón espermático, luego quita el apéndice. La herida operatoria se trata con una solución antiséptica. Después de la castración, se inyecta al animal un antibiótico.
En gatos bajo anestesia, los ojos permanecen abiertos, esto se refiere a las peculiaridades de la especie felina.
El dueño del animal después de la operación debe estar constantemente cerca de él hasta que el gato se despierte de la anestesia. El tratamiento postoperatorio de heridas se realiza una vez al día. Esto se hace con peróxido de hidrógeno y yodo.
Después de la castración, el animal puede volver a la normalidad en unas pocas horas. El gato comienza a comer y a caminar hacia la caja de arena. Para los gatos castrados, se recomienda comida especializada, que se puede comprar en cualquier tienda de alimentos.
Tras la operación, los gatos siguen igual, pierden las ganas de reproducirse y marcan en los rincones. Ellos, como antes, juegan, cazan ratones y te aman.