Los Spitz son perros de compañía amigables, por lo que al comprar un cachorro de esta raza, tenga en cuenta que necesita una comunicación constante con una persona y crecerá como un perro obediente, equilibrado y educado solo si se trata con regularidad, y no de vez en cuando. Su crianza consiste en la formación de contactos sociales adecuados que contribuyan a la comunicación normal con una persona y los suyos.
Instrucciones
Paso 1
Aprenda a tener paciencia y calma, esta es la única forma en que puede explicarle de manera clara y persistente al perro lo que se requiere de él, lo que es inaceptable y lo que obtiene aprobación. Tenga en cuenta que, como resultado del trabajo de reproducción, esta raza ha desarrollado un dominio pronunciado (el Spitz cree que es al menos Napoleón) y una excitabilidad, que en un entorno desconocido se manifiesta por lloriqueos y ladridos, mayor actividad.
Paso 2
A pesar de su pequeño tamaño, puede resultar peligroso si protege la zona. Dado que las condiciones de cría eran bastante duras, utilizan su estilo de ataque característico: por detrás y con numerosos mordiscos, su movilidad puede ser muy peligrosa para los atacados. Debe asegurarse de que todos sus comandos se ejecuten incondicionalmente para evitar tales situaciones.
Paso 3
Desde la mismísima infancia, sé constante y no permitas al cachorro algo que podría estar prohibido para un perro adulto. Elimina cualquier manifestación de deterioro, nunca la alimentes de tu mesa y no fomentes la mendicidad. Deja de ladrar, aunque al principio te parecerá muy divertido.
Paso 4
Fomentar acciones que luego se prohibirán contribuye al hecho de que el Spitz desarrolla un comportamiento histérico pronunciado y se vuelve imposible manejarlo sin una influencia dura. La reacción natural del perro en este caso es un comportamiento destructivo: comienza a roer los zapatos, se acurruca debajo de los muebles y ladra ruidosamente.
Paso 5
Para no decepcionarse con esta raza, trate al cachorro inicialmente no como un juguete. Enséñele durante tres o cuatro meses todos los comandos básicos necesarios: "para mí", "no permitido", "fu", "lugar", "junto a", "siéntate". Presta especial atención a los comandos de prohibición, esto ayudará al perro a evitar muchos peligros.
Paso 6
Su persistencia y consistencia ayudarán al Spitz a comprender muy rápidamente lo que se requiere de él y cómo debe comportarse en diferentes situaciones. Un poco de esfuerzo y paciencia en los primeros meses será más que recompensado con una obediencia ejemplar, y esto siempre contribuye al entendimiento mutuo y al placer de comunicarse con el perro.