Si desea que los habitantes de su acuario estén sanos, elija el sustrato adecuado para él en una tienda especializada o prepárelo usted mismo, siguiendo ciertas reglas.
Instrucciones
Paso 1
Compra tierra en la tienda. Es mejor que sea de color oscuro y, en consecuencia, no refleje la luz y se caliente bien. Si compra una tierra que es demasiado liviana, los peces se comportarán inquietos y algunos de ellos pueden perder el color. Además, las raíces de las plantas se atrofiarán, ya que necesitan calor.
Paso 2
Si decide preparar usted mismo el sustrato para el acuario, elija grava oscura o arena gris de ríos y arroyos transparentes. También son adecuadas la piedra triturada de basalto y la grava de rocas volcánicas, que liberan gradualmente microelementos útiles para el crecimiento de las plantas en el agua.
Paso 3
Tenga en cuenta: el tamaño de los granos del suelo también juega un papel importante. Dado que los desechos de pescado entran en el espacio entre ellos, el suelo deberá permitir la libre circulación de agua entre sus partículas (su diámetro es de 2 a 5 mm).
Paso 4
Enjuague la arena gris del río (el grano debe tener de 2 a 4 mm de diámetro) para que el agua finalmente se vuelva clara. Disponga el fondo del acuario con una capa de al menos 5 cm. Si es posible, coloque trozos de turba y arcilla cerca de las raíces de las plantas para nutrirlas.
Paso 5
Para un acuario de agua blanda, lave la arena en ácido clorhídrico al 30-40%, precalentando. Revuelva esta composición hasta que cesen temporalmente las burbujas de gas. Luego enjuague ligeramente con agua. Coloque la tierra resultante en el acuario.
Paso 6
Enjuague arena de río (1,5-2 mm de diámetro) o grava (3-4 mm de diámetro). Espere a que el agua se aclare. Después de eso, hierva la mezcla durante 15 minutos, revolviendo continuamente. Luego enjuague nuevamente con agua tibia. El grosor de la capa de suelo en este caso dependerá de los tipos de plantas y del tamaño del acuario, pero generalmente no más de 3-7 cm.
Paso 7
Dado que los desechos de los peces se acumulan gradualmente en el suelo del acuario y las raíces de las plantas pueden pudrirse gradualmente, deben renovarse cada 2-5 años. La frecuencia de reemplazo depende del volumen de plantas, la cantidad de peces y su composición.