Vale la pena pensar en qué vacunas se deben administrar a las mascotas incluso antes de comenzar con un gato o un perro, porque una de las condiciones para una vacunación exitosa es la buena salud del animal. Solo en este caso la vacuna se convertirá en una protección confiable contra enfermedades infecciosas.
¿Qué son las vacunas?
Entre las enfermedades contra las que se vacunan los gatitos, las más comunes son enfermedades tan peligrosas como la rabia, la peritonitis infecciosa, la leucemia felina, la rinoroqueítis viral y la panleucopenia. Las preferencias individuales dependen del área en la que su mascota se encuentre y vivirá, la edad y si estará en contacto con otros gatos o animales. Si los dueños planean llevar al gato a la casa de campo, donde se encuentran animales salvajes (por ejemplo, zorros o tejones), es muy importante vacunarse contra la rabia de manera oportuna.
Los criadores que se preocupan por su reputación definitivamente proporcionarán toda la información necesaria e incluso lo ayudarán a elegir una clínica.
Según muchos veterinarios, tanto rusos como extranjeros, ni siquiera debes pensar en vacunarse o no. Solo es importante elegir los necesarios según las condiciones y el terreno donde vive este o aquel gatito. Por ejemplo, en el territorio de la región de Leningrado, en comparación con otras regiones rusas, prácticamente no ha habido casos de rabia en los últimos años, por lo que muchos propietarios se abstienen de realizar la vacunación adecuada. En las áreas donde la enfermedad es peor, la vacunación contra la rabia es obligatoria tanto para los gatitos como para los cachorros.
Preparándose para las vacunas
Antes de vacunarse, es importante asegurarse de que su mascota esté completamente sana. No debes dedicar tiempo a observar cómo se comporta y come el gatito, con el fin de obtener la cantidad de información necesaria sobre su bienestar y saber con certeza que el animal está sano. Si tiene alguna duda sobre la salud de un gato o gato, es mejor posponer la vacunación y buscar ayuda de especialistas.
El gato vacunado debe tener fiebre, apetito y heces normales, y estar libre de signos externos de enfermedad, como secreción de ojos o oídos, inflamación de las articulaciones o tos. Además, antes de la vacunación (alrededor de 1-2 semanas), es importante asegurarse de que el animal no tenga pulgas ni gusanos. Si se identifica algún parásito, es necesario tomar las medidas necesarias y solo entonces ir a vacunarse. De lo contrario, en lugar de formar inmunidad contra una enfermedad en particular, puede poner en peligro la salud e incluso la vida del gatito.
Puede informarse de antemano sobre las vacunas que deben administrarse a los gatitos de pura sangre, incluso en el momento de comprar una mascota, o mejor incluso antes de comenzar con un amigo esponjoso.
Cabe señalar que para viajes y exposiciones, el animal no solo debe estar necesariamente vacunado, sino que también debe tener un pasaporte veterinario especial con las marcas correspondientes.
La edad de la primera vacunación debe ser determinada por un especialista, según el tipo de vacuna y el estado de salud del animal. Muy a menudo, los veterinarios aconsejan realizar la vacunación primaria después de que el gatito tenga entre 9 y 12 semanas de edad. El complejo puede incluir vacunas contra varias enfermedades a la vez, por ejemplo, panleucopenia (también conocida popularmente como moquillo), rinotraqueítis viral e infección por calicivirus.