A los gatos, a diferencia de los perros, no les gusta viajar. Se acostumbran al lugar, a la casa y a todos esos objetos familiares que les rodean. Pero a veces solo es necesario transportar al animal a otro lugar, a la casa de campo o al pueblo. Un cambio de residencia no tiene el mejor efecto en su psique. Por lo tanto, el animal debe estar preparado con anticipación para un viaje no planeado para él, o todo debe hacerse con mucho cuidado.
Instrucciones
Paso 1
Compra un transportador. Es mejor hacer esto con anticipación. Si compró un transportín de antemano, deje que el gato explore un lugar nuevo, déjelo que lo huela, tal vez incluso reconozca que es un lugar para dormir. No interfieras con el animal, déjalo dominar.
Paso 2
No alimente a su gato antes del viaje, puede enfermarse. Suavemente tome al gato en sus manos, acarícielo y, mientras habla afectuosamente con el animal, colóquelo en el transportín. El gato debe sentir la presencia del dueño, de lo contrario puede comenzar el pánico.
Paso 3
Si ha tenido alguna experiencia de viaje desafortunada con un animal, llame a su veterinario. Le dará una inyección de pastillas para dormir y el gato dormirá tranquilo durante todo el camino. Esto es mucho más humano que burlarse de un animal que tiene un miedo catastrófico de viajar en un transportín o que tiene dificultades para viajar.
Paso 4
Si es posible llevar al gato en brazos, utilícelo. El animal estará más tranquilo de esta manera.
Paso 5
Dale a tu mascota un poco de agua después del paseo y dale de comer después de una hora. No olvides vigilar a la gata, cualquier viaje es estresante para ella. Asegúrate de que no se pierda en un lugar desconocido, es mejor no dejarla caminar un rato. Después de una completa adaptación al cambio de residencia, el comportamiento del gato volverá a la normalidad.