Para un contacto social en toda regla, una comunicación con una persona no es suficiente para un periquito doméstico. Por eso, tarde o temprano, el dueño de un loro macho piensa en comprar una hembra, y viceversa. La tarea se complica por el hecho de que estas aves eligen una pareja para sí mismas, guiadas no solo por el instinto de procreación, sino también por la simpatía personal.
Instrucciones
Paso 1
Elija un par para su loro por color y edad. Idealmente, ambas aves deben tener un plumaje de color similar. La diferencia óptima en años entre los periquitos es de dos a cuatro años a favor del macho. Si la hembra resulta ser mayor o más grande, puede picotear a la pareja, especialmente si aún no ha tenido un período de muda, lo que marca la transición a la vida aviar adulta.
Paso 2
Eche un vistazo más de cerca al carácter de su mascota y elija un par para él, según estas observaciones. Si el loro es sociable, un amigo igualmente animado le conviene. Tenga en cuenta que el matriarcado reina entre los loros: lo más probable es que la hembra, en broma o en serio, intimide al macho, por lo que no debe emparejar a un caballero tranquilo y temeroso con una dama demasiado activa: existe el riesgo de que lo muerda. el sentido literal y figurado de estas palabras.
Paso 3
Intente conseguir un segundo periquito en un minorista de confianza con una garantía de devolución si no se lleva bien con su mascota actual. Como las personas, los loros tienen sus gustos y disgustos, por lo que es casi imposible predecir su reacción ante la aparición de un nuevo "miembro de la familia" en la casa. Sin embargo, incluso los amigos íntimos, los tortolitos, a veces pueden pelearse y picotearse entre sí. Por lo tanto, devuelva un ave que no ha echado raíces a su dueño solo en caso de agresión abierta de una (o ambas) de las salas.
Paso 4
Preste especial atención al período de adaptación. En los primeros días, los loros se conocerán, se acostumbrarán. Durante este período, los roles se distribuyen en un par (la mujer con mayor frecuencia se convierte en la principal). Ignore las pequeñas escaramuzas y las luchas por el refugio o la comida, pero asegúrese de que cada ave tenga su propio comedero y, si es posible, sus propios juguetes. Si la relación entre el hombre y la mujer no mejora de ninguna manera, y uno de ellos picotea sin piedad al otro, no espere a que todo "aguante y se enamore". Lleva el nuevo loro a la tienda e intenta empezar de nuevo. Estas aves pueden ser exigentes al elegir un par, pero con el elegido o el elegido, permanecen de por vida.