Los hámsteres son mascotas muy lindas que los niños adoran especialmente. Debe tenerse en cuenta que los hámsteres son lo suficientemente buenos y, lo más importante, se reproducen muy rápidamente en cautiverio.
Embarazo en hámsters
Los hámsteres son animales que son bastante fáciles de reproducir y alcanzan la edad reproductiva tan pronto como 3-4 meses después del nacimiento. Entonces, si un hombre y una mujer se mantienen en la misma habitación, es muy probable que se produzca el embarazo en esta última.
En Rusia, las razas más comunes de estos animales, que generalmente se mantienen como mascotas, son las razas siria y dzúngara, pero algunos propietarios también crían hámsteres de otras razas. En general, se puede afirmar que los animales más grandes necesitan más tiempo para formar un cachorro de pleno derecho en el útero, por lo tanto, cuanto más grande es el hámster, más dura el embarazo en la hembra de esta raza. Entonces, en los hámsteres de raza siria, el período de gestación es de 16 a 19 días, y en los hámsteres de raza Dzungarian, de 19 a 22 días. Esta duración es típica de la mayoría de los embarazos de roedores y las excepciones a esta regla son extremadamente raras.
Signos de embarazo
Sin embargo, no es muy fácil rastrear el inicio del embarazo en una hembra de hámster por signos externos. Un vientre notable en la hembra aparece solo a la mitad del término; casi al mismo tiempo, sus pezones se vuelven más brillantes y más grandes. Esto significa que pronto tendrá cachorros. Sin embargo, si el animal tiene un pelaje muy largo y esponjoso, los propietarios pueden prestar atención a estos signos más tarde, es decir, casi hacia el final del período de gestación.
Es posible concluir que la hembra está embarazada por signos indirectos. Estos pueden incluir mayor somnolencia y apetito en un animal, ya que llevar bebés requiere mucha fuerza de su parte. Sin embargo, en algunos casos, la situación puede ser exactamente la contraria: cuando la hembra comienza a comer menos, mientras muestra una actividad más alta de lo habitual. En cualquier caso, un cambio en el ritmo habitual y en el estilo de vida del roedor debería ser motivo para que el propietario le preste más atención.
Una vez que se hizo evidente que la hembra está esperando un bebé, es aconsejable proporcionarle una estancia solitaria en una jaula u otra habitación donde se la mantenga. Esto se debe a que los cambios en el estado de ánimo y el comportamiento del animal pueden manifestarse, entre otras cosas, por estallidos de agresión, que conducirán inevitablemente a un conflicto entre la hembra embarazada y su vecino, vecino o vecinos. Al mismo tiempo, tanto la futura madre como el resto del equipo pueden sufrir, por lo que es mejor no llevar la situación a tal desenlace.