El caballo es un animal elegante con grandes ojos expresivos. Puede parecer que los ojos de un animal, enmarcados por pestañas, son muy similares a los ojos humanos, pero la visión de un caballo es diferente a la de los humanos.
Instrucciones
Paso 1
El caballo es un animal de presa herbívoro que es cazado por fieras. En este sentido, los caballos debían desarrollar una vista aguda. Después de todo, necesitan darse cuenta del depredador que se acerca lo antes posible. Si te preguntas qué preocupaba al caballo, presta atención a sus orejas. Se dirigirán en la misma dirección en la que mira el animal.
Paso 2
Después de analizar la composición de bastones y conos en la retina del ojo de un caballo, los científicos llegaron a la conclusión de que los caballos pueden considerarse animales parcialmente nocturnos: ven mucho mejor que las personas en la oscuridad. El jinete, a quien la oscuridad encontró en el camino, puede confiar completamente en una criatura inteligente, y solo ella encontrará su camino.
Paso 3
A diferencia de los animales que son completamente nocturnos, los caballos conservaron la capacidad de distinguir colores. Además, dependiendo de las asociaciones que surjan al contemplar un tono en particular, pueden tener sus propias preferencias. Por ejemplo, si un veterinario, vestido con un uniforme azul, realizó manipulaciones desagradables con un animal, es posible que al caballo no le guste el azul.
Paso 4
Los ojos del caballo están ubicados a los lados del hocico, por lo que su vista es mucho más amplia que la de una persona, casi 360 grados. El animal no solo ve lo que está sucediendo directamente detrás de su cabeza. Es por eso que no se recomienda acercarse al caballo por detrás, y si existe tal necesidad, primero debe llamarlo para que el animal, sintiendo peligro, no comience a patear.
Paso 5
El ojo de un caballo es diferente al de un humano. A veces, los caballos miran un objeto con un solo ojo, pero la visión binocular es exactamente lo que le permite estimar la distancia a un objeto de interés e imaginar su tamaño. Al montar, no apresure al caballo, dele la oportunidad de ver objetos desconocidos. Esto hará que sea mucho más fácil trabajar con el animal.