El ácaro subcutáneo en los perros es un endoparásito que vive en las glándulas sebáceas de la piel, la capa interna de la epidermis y los folículos pilosos. Tanto un animal como una persona pueden ser su portador. Las garrapatas pueden causar enfermedades que afectan no solo la piel externa, sino también los órganos internos. La misma condición, caracterizada por la presencia de garrapatas en un perro, se llama demodicosis.
Instrucciones
Paso 1
Los ácaros subcutáneos en los perros, como resultado de su actividad vital, liberan alimentos que son alérgenos fuertes. Este último puede causar picazón, infecciones estafilocócicas y estreptocócicas. Las áreas afectadas de la piel comienzan a desprenderse, se forman heridas llenas de baches y el cabello puede comenzar a caerse en algunos lugares. En los perros, todo esto se manifiesta en forma de sarna, pasando en forma de hiperqueratosis y dermatitis. En la mayoría de los casos, las garrapatas subcutáneas se presentan en perros menores de un año. Este hecho se explica por el bajo nivel de las defensas corporales del animal, que, a su vez, puede estar asociado al cambio de dientes o al procedimiento de corte de orejas.
Paso 2
La sarna demodéctica puede afectar a todas las razas de perros. La infección, por regla general, ocurre a través del contacto con animales enfermos a través de los ojos, oídos, labios, cara, patas delanteras y otros lugares que están activos durante el proceso de contacto. Además, los cachorros pueden contagiarse de su madre. Las formas graves de la enfermedad pueden afectar el bazo, el estómago, los riñones, el hígado y los ganglios linfáticos.
Paso 3
La sarna demodéctica se manifiesta en forma de lesiones cutáneas. Como resultado de esto, se produce una violación de la termorregulación, el animal comienza a congelarse constantemente, experimenta escalofríos incluso en una habitación cálida. Dado que los síntomas de una garrapata subcutánea son similares a otras enfermedades infecciosas, es bastante difícil diagnosticarla. En este caso, vale la pena prestar atención al comportamiento de la mascota. Un animal infectado con garrapatas se irrita, se vuelve menos amigable y, a veces, deja de comunicarse por completo con el propietario. Si experimenta síntomas como morder y rascar la piel del perro, pérdida de cabello manchada, descamación de la piel en forma de caspa, definitivamente debe comunicarse con su veterinario. Después de pasar las pruebas necesarias, el animal recibirá un diagnóstico preciso.
Paso 4
Si se encuentra una garrapata subcutánea en un perro, el veterinario prescribirá el curso de tratamiento necesario. Por lo general, al animal se le recetan acaricidas, cuya acción tiene como objetivo destruir colonias enteras de garrapatas. En combinación con ellos, se pueden usar inmunomoduladores.
Paso 5
Dado que los medicamentos recetados son tóxicos, vale la pena cuidar el hígado del animal aplicando medicamentos protectores. No te olvides de la comida sana para tu perro. La velocidad de su recuperación depende de este factor. Durante el tratamiento, se recomienda alimentar a la mascota con papilla y pavo o carne de res.