Las semillas de bardana son amadas por Linnet (repolov), jilgueros y jilgueros. Además, todos pertenecen al mismo género, por lo que podemos decir con seguridad: los amantes más importantes de las semillas de bardana son los jilgueros.
Instrucciones
Paso 1
Y al jilguero salvaje le encanta darse un festín con las semillas de bardana, y el pájaro doméstico se alegrará si los dueños la complacen con este regalo. Sin embargo, existen algunas sutilezas en el manejo de este regalo. Dado que la dieta del jilguero debe incluir semillas con un alto contenido de aceites, esto se suele tener en cuenta en los piensos de calidad. Pero aquellos propietarios que alimentan a los jilgueros con comida para canarios deben agregarle semillas de girasol o bardana de forma independiente: 4-6 semillas por día.
Paso 2
En primavera, los jilgueros salvajes picotean muy rápidamente las cabezas de todas las bardanas de la zona, y es bastante difícil conseguir semillas de bardana para su mascota con plumas. Por lo tanto, las semillas de bardana (o más bien las cabezas de las plantas en las que se almacenan) se cosechan en el otoño, aunque puede tener tiempo para abastecerse de ellas al comienzo del invierno.
Paso 3
Las cabezas de bardana recolectadas deben almacenarse en una bolsa de papel: es mejor no envolverlas en un paño; será difícil limpiarlas de la bardana.
Paso 4
Algunos propietarios dan a casa jilgueros cabezas enteras de bardana, a veces ponen ramitas de bardana con varias cabezas en el piso de la jaula. Esto está permitido: las aves de corral suelen hacer frente a la golosina por sí mismas. Sin embargo, ha habido casos en que las cabezas espinosas de la bardana se pegaron en el fondo de la jaula en un gran bulto, en el que el ave puede enredarse y lesionarse.
Paso 5
Para no dañar al jilguero doméstico (que, tal vez, no aprendió a obtener semillas de conos de bardana densos), muchos propietarios todavía intentan trillar las semillas de las cabezas de bardana por su cuenta. Para hacer esto, las cabezas de la bardana se colocan sobre una hoja de madera contrachapada en una capa de 2-3 cm de espesor. Las semillas se trillan con un palo: se separan fácilmente de las cabezas y permanecen en la madera contrachapada, por lo que es conveniente para recogerlos. Sin embargo, tenga cuidado con las agujas de bardana, ya que pueden clavarse en la piel y causar picazón.