El apetito en los perros es un asunto individual. Algunos perros miran el cuenco sin interés y se van. Otros están listos para vender por un bocado del propietario con toda su propiedad. Otros comen solo con moderación, pero tampoco rechazan las cosas sabrosas. A veces tiene sentido aumentar artificialmente el apetito, por ejemplo, cuando los cachorros adolescentes tienen bajo peso.
Instrucciones
Paso 1
Asegúrese de que el perro esté sano y de que realmente exista la necesidad de aumentar el apetito. Un veterinario o un criador experimentado puede ayudarlo con esto. Evaluar la gordura del perro: las costillas normalmente se sienten, pero no abultadas. El vientre está recogido, no hundido. Los huesos isquiáticos no parecen afilados y las articulaciones no tienen un engrosamiento notable.
Paso 2
Si el perro comienza a rechazar la comida repentinamente o pierde gradualmente el apetito, esto es un signo de enfermedad. Consulte a su veterinario para un chequeo completo. La causa fisiológica del apetito puede ser la falta de actividad, el estro, el embarazo. En climas cálidos, los animales suelen comer mucho menos sin consecuencias negativas.
Paso 3
Para empezar, aumente su actividad física: pasee más al perro. Organice juegos activos al aire libre. Se puede entrenar a una mascota adulta y bien desarrollada para que remolque a un esquiador o corra junto a una bicicleta. Tal carga es inaceptable para los cachorros.
Paso 4
Alimenta a tu perro adecuadamente. La comida se administra estrictamente dos o tres veces al día. La tarifa diaria se divide en partes iguales. El perro debe comer toda la comida de una vez. Si queda algo en el tazón, retire las sobras hasta la próxima comida y ponga mucho menos la próxima vez. Cuando el animal aprenda a comer todo lo que se le ha dado, agregue gradualmente la cantidad de alimento a la cantidad recomendada.
Paso 5
A menos que el estrés y la disciplina ayuden, puede utilizar la amargura, sustancias de origen vegetal que se utilizan para mejorar el apetito. Para los perros, se recomienda utilizar una infusión de ajenjo o raíces de diente de león. Vierta una cucharada de materias primas picadas con agua hirviendo, deje reposar durante 15 minutos. Aplicar una cucharada de infusión colada media hora antes de la alimentación.