Si un gato doméstico no solo lame con diligencia, sino que también se rasca la piel con celo, debe hacer sonar la alarma. Eso sí, primero es necesario establecer la causa, porque el gato pica no solo por pulgas o líquenes, hay muchas otras enfermedades del pelaje y la piel que provocan picazón.
Ácaros de oído
Los ácaros del oído son parásitos muy pequeños (invisibles a simple vista) que viven en los oídos de un gato. Son atraídos por secreciones aceitosas y azufre. La actividad de los ácaros provoca inflamación de la piel y puede provocar infecciones graves. Los síntomas de una lesión con un ácaro del oído generalmente son pronunciados: la cabeza del gato tiembla, pica constantemente, experimenta una picazón insoportable en los oídos, aparece un olor específico y el lado interno de las orejas está cubierto de costras oscuras.
Una lesión desatendida con un ácaro del oído puede provocar el desarrollo de otitis media. Por lo tanto, el gato debe ser tratado de manera oportuna instilando un medicamento especial en los oídos. Por ejemplo, "Otoferonol", "Amitrazine plus", "Amit" y otros.
Dermatitis alérgica
Los gatos pueden experimentar una reacción alérgica a los alimentos, los productos para el cuidado de los animales, a los irritantes domésticos o del entorno externo (al perfume del propietario, al plástico, al humo del cigarrillo, a los agentes de viaje, al polen, etc.). Por ejemplo, si un gato se rasca el cuello o la cabeza, la mayoría de las veces es necesario hablar sobre alergias alimentarias. En este caso, puede intentar cambiar el feed. Si su gato se rasca o se lame excesivamente la base de la cola, puede ser alérgico a los ácaros del polvo que viven en las alfombras. Si se lava la cara enérgicamente y se rasca ocasionalmente los ojos y la nariz, es probable que tenga alergia al polen.
El tratamiento de la alergia consiste en eliminar los alérgenos del entorno del gato, así como en el uso de preparaciones especiales. Por ejemplo, cortisona o esteroides, que pueden controlar las alergias. Y lo más razonable es buscar la ayuda de un veterinario, porque solo un especialista puede identificar un alérgeno y prescribir el tratamiento correcto.
Tiña
Una infección por hongos llamada tiña a menudo afecta a los gatitos pequeños y a los gatos jóvenes. La enfermedad se acompaña de picazón severa, el animal pica casi continuamente. Las manchas de peinado se caracterizan por parches de calvicie redondeados, en los que se ve la piel sin pelo y escamosa. Estas lesiones son más comunes en la cabeza, las orejas, el cuello, el pecho o las patas delanteras. El método de tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad, pero generalmente el gato se lava con champús especiales, se administran ungüentos y medicamentos recetados por el veterinario.
La tiña es una enfermedad contagiosa que puede transmitirse a otras mascotas y a los humanos. Por ello, junto con el tratamiento, es necesario desinfectar todos los artículos del hogar, ropa de cama, alfombras, etc.
Pulgas
Las secreciones y los huevos de pequeños insectos chupadores de sangre se pueden encontrar en el pelaje de la mascota y las pulgas mismas, en la piel. El gato pica continuamente, aparecen heridas cubiertas de costras en la piel, el pelo en la base de la cola se vuelve escaso. Hoy en día, existen muchos medicamentos para deshacerse de las pulgas, desde geles que se aplican a la cruz de un animal hasta un collar especial.
Sarna
Una enfermedad, algo similar a la tiña, solo causada no por un hongo, sino por picazón, un pequeño parásito chupa sangre de 0.1-0.4 mm de tamaño. Tiene un cuerpo casi transparente, por lo que no se puede ver a simple vista. La picazón afecta a la capa superior de la piel de la cabeza (la mayoría de las veces), a veces en el pecho, en casos avanzados, la sarna se extiende por toda la espalda. El gato tiene picazón constante, se queda calvo, la piel está cubierta con una costra sangrante. La picazón se intensifica por la noche, a veces aparecen pústulas en las áreas afectadas. Un veterinario puede realizar un diagnóstico oportuno mediante un examen microscópico, también prescribe el tratamiento necesario.
Piel seca
Algunos gatos, como los humanos, sufren de piel seca excesiva, especialmente durante el invierno. La piel debajo del pelaje se descama, provocando caspa y picazón. Esto no representa un peligro particular para la salud del gato, pero aún debe prestar atención a su nutrición, cuidado y mantenimiento en general. A veces basta con utilizar un champú especial, alimentos con ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas naturales, ya que el problema desaparece sin dejar rastro.