A menudo las personas, habiendo traído a casa un cachorro de labrador, quedan tan fascinadas por él que comienzan a percibirlo como un juguete de peluche, olvidando por completo que un perro es un animal que tiene instintos innatos dados por la naturaleza, que de alguna manera afectan su comportamiento. en un caso u otro. Y cuando un día resulta que el bebé tiene dientes afilados y puede morder con bastante sensibilidad en el brazo o la pierna, surge inmediatamente la pregunta perpleja: ¿qué pasará después?
Instrucciones
Paso 1
Hasta los 4 meses, las mandíbulas de los cachorros todavía están bastante débiles y los dientes no se usan con el propósito de protegerlos, sino para jugar. A esta edad, aprende a comunicarse con los familiares, asimilar las relaciones dentro de la manada. Si, jugando con otros miembros de la tribu, muerde demasiado fuerte, en respuesta escucha un chillido desagradable y se da cuenta de que ha causado dolor. Entonces aprende a medir la fuerza del mordisco. Las personas entre las que vive el bebé son percibidas por él como parientes, su rebaño. Y, teniendo ya su propia experiencia de vida y el hábito de morder durante los juegos, lo traslada a las relaciones con los dueños.
Paso 2
Cuando el cachorro quiere jugar con el dueño, comienza a morderlo levemente. Si una persona lo aleja, lo percibe como una continuación del juego. Las picaduras empeoran. Si no empujaste al bebé, empezaste a jugar con él, esto se percibirá como un estímulo, las picaduras continuarán y se intensificarán. Tal comportamiento de juego requiere corrección por parte del propietario, ya que puede convertirse en un problema grave.
Paso 3
Si su mascota lo muerde mientras juega, no lo golpee ni lo regañe. Reacciona como lo haría otro cachorro: grita fuerte y desagradablemente. Esto le permitirá saber que tiene dolor. Deja de jugar, da un paso atrás. Si reacciona constantemente a las mordeduras de juego de esta manera, pronto notará que el cachorro muerde con menos frecuencia y no tanto como antes.
Paso 4
Este método es efectivo hasta por 4, 5 meses. Posteriormente, los perros desarrollan dientes permanentes y surge el problema de la dominancia. El cachorro comienza a considerarse el principal de la familia. Tu tarea es explicar quién es el líder de la manada y qué lugar ocupa él mismo en ella.
Paso 5
No golpee ni le grite al perro. A veces, estas acciones se perciben como una continuación del juego. Esto puede empeorar las picaduras. Toma al cachorro por la cruz y presiona el hocico contra el suelo. Mírate a los ojos y di estrictamente: "No puedes". No reaccione a ninguna de sus acciones durante 15 a 20 minutos.
Paso 6
No dejes que tu cachorro duerma en la cama. Entra por la puerta y sube las escaleras frente a él. Haz que cedas. Alimente después de que toda la familia haya comido. Aclare que debe ganarse la comida. Primero, dé cualquier comando y logre su ejecución, y solo entonces alimente.