Las hormigas rojas que aparecen en la cocina pueden causar no solo disgusto en los hogares, sino también causar graves daños. Además, su aparición en la casa también es peligrosa para las mascotas.
Para alimentar a la colonia, las hormigas obreras se encargan de encontrar una fuente de alimento todos los días. Al encontrarlo, dejan un rastro imperceptible al ojo humano, por el que el resto de habitantes del hormiguero regresan más tarde en busca de comida. A veces, este camino es tan largo que puede extenderse por varios pisos de un edificio alto. Y a menudo las hormigas crean un nido muy cerca de la cocina humana, justo en la casa.
Historia del reasentamiento
Las hormigas rojas pertenecen a la especie faraónica. Este nombre les fue dado por el científico sueco Karl Linnaeus, quien creyó erróneamente que el lugar de nacimiento de las hormigas era Egipto.
De hecho, su asentamiento comenzó en la India en el siglo XVI. Navegando con mercaderes en veleros hacia otros países y continentes, las hormigas invadieron el mundo entero. En Europa, las hormigas aparecieron a finales del siglo XIX y finalmente conquistaron toda la tierra en los años 40.
¿Por qué son peligrosas las hormigas rojas?
Entonces, la hormiga se convierte en un invitado frecuente en la cocina y come con placer los restos de comida y los restos de otros insectos encontrados. Al mismo tiempo, el nido se puede ubicar de manera segura tanto debajo del zócalo más cercano como lejos del edificio.
Al migrar entre el bote de basura y el azucarero, la hormiga roja se convierte en portadora de gérmenes, huevos de gusanos y patógenos de peligrosas enfermedades infecciosas.
Lucha contra las hormigas rojas
Debes deshacerte de las hormigas lo antes posible, hasta que decenas y cientos de sus compañeros entraran corriendo a la casa siguiendo el rastro de los primeros exploradores.
Es recomendable encontrar y destruir el nido si está escondido dentro de la casa. Deshacerse de las cosas viejas, mantener el orden y redecorar o inspeccionar con frecuencia aumenta las posibilidades de que sus vecinos no tengan hormigas rojas peligrosas.
La principal forma de matar insectos es utilizar productos químicos especiales: trampas, cebos, lápices y pastas. Estos productos son seguros para los seres humanos y las mascotas, pero no dejan a las hormigas la oportunidad de sobrevivir.
Además, no te olvides de la efectividad del ácido bórico: este veneno actúa lentamente y, por lo general, los insectos tienen tiempo para llevarlo a su nido.
A las hormigas tampoco les gustan los olores penetrantes del aceite vegetal, la baya del saúco, la menta, el ajenjo y el ajo.
Se pueden esperar peligros, además de las hormigas rojas, de seis especies más de estos insectos. Sus hembras de alas negras penetran en la casa, por ejemplo, a través de ventanas o sótanos y pueden portar huevos de salmonelosis, disentería, tifoidea y lombrices.