En casi todas las familias llega un momento en que aparece un nuevo habitante en la casa: una mascota. Al principio, los miembros del hogar lo rodean de atención, lo cuidan y monitorean constantemente, pero esto, desafortunadamente, pasa rápidamente. Un gatito o un cachorro se vuelve habitual y ya no recibe la cantidad necesaria de amor y cuidado.
La gente dejó de pensar en el hecho de que la calidad de vida de las mascotas depende solo de ellas, por lo que las mascotas no siempre se sienten bien y a menudo se enferman. La mayoría de las veces, estos problemas están asociados con una nutrición inadecuada: los alimentos secos no siempre son útiles, pero la alimentación de la mesa con alimentos salados y condimentados no se centra en absoluto en el sistema digestivo de los animales.
Por circunstancias, no siempre es posible seguir la dieta de la mascota, muchas ni siquiera se esfuerzan por ello. La mayoría de las veces, los propietarios vierten la comida en un tazón y se escapan para dedicarse a sus asuntos. El animal está desnutrido o transmite, a menudo vómitos y otros signos de un régimen inadecuado. Pero una persona no presta atención a esto y continúa con su alimentación habitual, y solo cuando se trata de problemas graves, se derrumba y corre con su mascota exhausta a la clínica veterinaria, sin comprender lo sucedido.
La pregunta es: ¿por qué llevar las cosas al extremo?
La atención a su mascota es tan importante como la nutrición. Juega con él, edúcalo, elógialo y échale la culpa, ¡es imperativo! El animal debe sentirse bienvenido. Se cree que los gatos, en esencia, no pertenecen a nadie, y los perros, por el contrario, son los animales más leales; pero esta no debería ser la razón de una atención excesiva o insuficiente. Por ejemplo, si un gato es perseguido constantemente, en el futuro se vuelve agresivo y no reconoce a nadie como su dueño. No hay necesidad de sorprenderse después. El animal simplemente no está acostumbrado a la atención del hogar. Otro ejemplo, cuando hay demasiada atención, el animal se vuelve quisquilloso.
Antes de aceptar una mascota en su hogar, debe sopesar todos los pros y los contras: ¿es posible combinar el trabajo o el estudio con el cuidado adecuado del animal y, de no ser así, vale la pena asumir una responsabilidad que no puede realizar ni soportar?