En el continente africano, puede encontrar muchas especies diferentes de animales que son raras en otras partes del planeta. Entre ellas cabe destacar las hienas, que son mamíferos del orden de los carnívoros, el suborden de los felinos. Estos animales pertenecen a la familia de las hienas del mismo nombre.
Difícilmente hay una segunda criatura tan memorable como una hiena. Un hocico grueso y corto, una espalda inclinada, un olor pútrido, un aullido similar a la risa humana repulsiva: todo esto puede llamarse los rasgos característicos de este animal.
La familia de las hienas son mamíferos carnívoros, que suman 4 especies. Lobo rayado, manchado, marrón y de tierra: los científicos conocen estas especies de hienas. La longitud media de un individuo es de 1,5 m, peso 70 kg, color de rojizo a amarillo grisáceo con rayas o manchas. El hábitat de las hienas es el África subsahariana y el continente euroasiático.
Las hienas se alimentan tanto de carne fresca como de carroña. El sistema digestivo está diseñado de tal manera que puede digerir la carne, los huesos y la piel. Pero las hienas no son reacias a darse un festín con la jugosa pulpa de sandías y melones. Tienen un excelente sentido del olfato, lo que les permite oler a sus presas a varios kilómetros de distancia.
Las hienas viven en bandadas matriarcales. En busca de liderazgo, las mujeres organizan peleas mortales. La hiena hembra es una madre ejemplar. Ella alimenta a los bebés que nacen con los ojos abiertos y los dientes completos hasta por 20 meses.
Una cola levantada es un signo de una posición alta en la bandada. Se cree que las hienas son hermafroditas, pero no es así. Es solo que los genitales de las mujeres y los hombres son muy similares, lo que confunde a los zoólogos no profesionales.