Muchos habitantes tienen gatos en casa y no hay necesidad de hablar de casas de pueblo: los animales cariñosos y silenciosos no solo dan placer a los dueños, sino que también cazan perfectamente pequeños roedores. El secreto del éxito de los cazadores reside en la estructura especial de las patas.
Las patas de los gatos se consideran las más suaves entre las extremidades de los animales, ayudan a los gatos a correr rápidamente, saltar, jugar, pero exactamente hasta que las garras del gato salen de las almohadillas.
Secreto conjunto
Las cuatro extremidades del felino sirven más que caminar y correr. Su estructura única permite al animal superar terrenos accidentados con sorprendente facilidad, subir pendientes y saltar perfectamente, casi en silencio.
Las articulaciones de las patas del gato tienen una característica única: al caminar, giran con absoluta libertad y giran en diferentes direcciones, lo que permite que el animal se mueva con tanta facilidad en diferentes superficies, ya sea un árbol o un piso plano.
Las patas delanteras se mueven hacia adentro al caminar, formando una línea recta de huellas desde la parte delantera hasta las patas traseras.
Se trata de yemas y dedos
Cinco dedos están ubicados en cada una de las patas delanteras del gato, pero uno de los dedos es más corto que el otro y carece de terreno. Pero en las patas traseras solo hay cuatro dedos, falta el pulgar.
La suela gruesa de las patas permite que el peso del gato se distribuya uniformemente por todo el pie. Al mismo tiempo, los gatos caminan con los dedos, debido a este método de movimiento, no hay ruido.
Las glándulas sudoríparas se encuentran en las almohadillas de las patas, por lo que los gatos prácticamente no sudan y no emiten olor. Las almohadillas en sí tienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas, las patas delanteras ayudan al gato a navegar y a aprender la información necesaria. Así, las patas delanteras, como los bigotes del gato, sirven de guía y los gatos los miran con mucha atención. Tenga en cuenta que son las patas delanteras las que lamen con tanto cuidado y temen dañarlas.
Las almohadillas también protegen cuidadosamente las garras del animal: cuando las venas están tensas o relajadas, el gato puede soltar y quitar rápidamente las garras en las bolsas de cuero ubicadas. En la mayoría de las razas de gatos, las garras tienen forma de hoz y solo en algunas, por ejemplo, en los gatos persas, las garras se asemejan a ganchos.
Muchos dueños de mascotas les quitan las garras. Esta es una operación cruel que se realiza bajo anestesia y que implica la escisión no solo de la garra, sino también de la falange del dedo del pie del gato. La oniquectomía está prohibida por la Convención para la Protección de los Animales, pero los veterinarios, aunque no están de acuerdo con la decisión de los propietarios, siguen amputando las garras.