Los gatos son rebeldes e interesantes a su manera. Requieren una actitud especial hacia ellos mismos. La crianza de estos animales es un asunto responsable y problemático. El dueño de la mascota debe ser paciente y persistente.
Reglas de crianza
1) Nunca golpees a tu gato.
¡Nunca hagas esto! Una mascota puede asustarse mucho y volver a dejar un charco en el lugar equivocado. El gato no debe ser golpeado con periódicos arrugados u otros objetos ligeros. En otra ocasión, el gato, viéndote, huirá de ti. Por supuesto, cuando el gato se está portando mal, como sentarse en la mesa, hay que reaccionar con severidad. Sácalo de la mesa y di: "¡No puedes!" Esto será suficiente para que ella comprenda la prohibición. Si el gato se rasca, sisea como un gato. El gato entenderá este letrero como "¡Vamos, detente!"
2) En la escena del crimen.
Si el gato ya ha hecho una mala acción, no la regañe, porque no podrá entender por qué la está regañando. Esto le da miedo y puede ensuciarse o rayarse.
3) Elogie a su gato.
El elogio es útil si elogia al animal después de que lo haya hecho. En el futuro, el gato intentará hacer más cosas buenas, como atrapar un ratón.
4) Mantenga su distancia.
Si el gato no puede ser destetado de los malos modales gritando "¡no!", Entonces utilice el método de intimidación. Por ejemplo, un fuerte aplauso. Pero es imposible que el gato descubra que la fuente del terrible sonido es el propio dueño. Antes de hacer un ruido que la asuste, debes esconderte.
5) Paciencia y tiempo.
Si quieres reeducar a tu gato o acostumbrarlo a lo que le teme, es recomendable que tengas paciencia. No la apresures, siempre elógiala cuando ha hecho un acto valiente, ignora sus fracasos y nunca finjas que estás enojado con ella.