Si un animal normalmente juguetón y activo cambia repentinamente de comportamiento abruptamente, un buen dueño no puede dejar de notarlo. Y habiendo notado, intentará tomar medidas para que su mascota vuelva a estar alegre y feliz.
Si un gato ya tiene una mirada triste durante un día, no muestra interés en los juegos, no "caza", no se arregla para correr y hablar, pero tristemente se sienta en una esquina, prefiriendo que no lo toquen; lo más probable es que el el animal está enfermo. El animal no está en condiciones de quejarse, pero según algunos signos se puede entender que la salud del gato no está bien y necesita ayuda.
Vale la pena observar el comportamiento del animal durante varios días sin sacar conclusiones apresuradas. A veces, los gatos simplemente "no están de humor" para jugar, pueden reaccionar a los cambios en el clima; con el inicio del clima frío, intentan sentarse en el calor. Y, sin embargo, algunos de los signos son claramente indicativos de problemas de salud.
Síntomas alarmantes
- El gato se niega a comer o come muy poco. Esto sucede cuando los instintos sexuales del animal se despiertan. Pero si no hay signos específicos de deseo sexual, la negativa a comer es un síntoma alarmante.
Al inicio del celo sexual, el gato grita, levanta la parte posterior del cuerpo, rueda por el suelo, a veces se vuelve más cariñoso o, por el contrario, agresivo sin motivo.
- El animal no muestra instintos de caza: el gato no intenta jugar, no reacciona al crujir de objetos en movimiento, etc.; el animal intenta no hacer movimientos innecesarios.
- El gato ha dejado de "cuidarse a sí mismo": no se lame, no se limpia el pelaje.
- La temperatura corporal aumenta. No todos los animales te permitirán medir la temperatura corporal con un termómetro, pero tomando al gato en tus brazos, puedes sentir que hace más calor de lo habitual. La temperatura corporal normal de un gato es de 38 grados centígrados.
La temperatura corporal de un gato se puede medir insertando un termómetro en el recto.
- Las heces han cambiado: se han vuelto demasiado líquidas, hay una mezcla de sangre o, por el contrario, no ha habido heces durante más de dos días.
- El animal vomita. Para los gatos, especialmente los gatos de pelo largo, es normal que regurgiten el pelo que llega al estómago como resultado de lamer. Pero si el gato vomita con frecuencia, especialmente cada vez que ha comido o bebido, esto no es normal.
Con todos estos síntomas, el animal debe ser mostrado al veterinario: un especialista diagnosticará y prescribirá el tratamiento.
¿Por qué más puede estar triste un gato?
Si el animal está sano, pero se comporta de manera inusualmente tranquila, quizás algo haya cambiado en el entorno y esto lo esté alarmando. Quizás el gato le tiene miedo a alguien o algo. ¿Quizás ha aparecido en la casa un nuevo inquilino, una persona o un animal? ¿El recién llegado ofendió a la mascota peluda?
¿O tal vez el gato se sintió ofendido por el dueño? Sí, pasa. Los gatos, aunque animales independientes, se aburren sin sociedad en absoluto. Puede enfadarse con el dueño durante varios días si la deja sola durante mucho tiempo.
En cualquier caso, si la gata está triste, vale la pena darle un poco más de cariño y atención a sus problemas felinos.