Aproximadamente un año después de la aparición del gatito en el apartamento, sus dueños se enfrentan a problemas que dificultan mucho la vida. Una mascota madura comienza un período de caza sexual y comienza a maullar en voz alta y marcar el territorio. Para evitar estos problemas, es mejor castrar al gato. Si el animal ha alcanzado la pubertad, la operación se puede realizar a cualquier edad. Aún así, hay un momento óptimo para castrar a un gato.
La mejor edad para esterilizar a un gato es el período en el que el animal tendrá entre 9 y 10 meses. Es recomendable realizar la operación sin permitir el primer apareamiento. Los animales jóvenes a esta edad ya son bastante fuertes y están físicamente desarrollados, pero aún no han tenido tiempo de desarrollar un comportamiento sexual. Por tanto, la operación realizada durante este período excluirá la aparición en el futuro de todos los síntomas provocados por el deseo sexual: maullidos fuertes, marcas olorosas, comportamiento agresivo y ansiedad de la mascota.
En general, la castración se puede realizar en un animal de edades comprendidas entre los 7 meses y los 7 años. Sin embargo, si la operación se realiza en un gato adulto, es posible que permanezcan algunos elementos del comportamiento sexual. Un gato, por ejemplo, puede seguir marcando su territorio después de ser castrado. Al mismo tiempo, el olor se vuelve menos pronunciado, pero las marcas permanecen. Algunos animales castrados experimentan excitación en la primavera: comienzan a maullar en voz alta y a preocuparse.
Castrar gatitos pequeños
En algunos países occidentales, por ejemplo, Estados Unidos y Gran Bretaña, existe una práctica de esterilización temprana de gatos entre las edades de 7 a 16 semanas. Inicialmente, esto se debió a las peculiaridades de la legislación estadounidense, según la cual los animales callejeros de un refugio pueden ser transferidos a familias solo esterilizadas. Naturalmente, esperar el momento hasta que el gato llegue a la pubertad reduce las posibilidades de un apego exitoso. Por lo tanto, los veterinarios estadounidenses comenzaron a practicar la castración temprana.
Ventajas de la castración temprana de gatos
Como ha demostrado la práctica, la castración de gatitos pequeños tiene ciertas ventajas. Primero, hay muy poca pérdida de sangre durante la operación. En segundo lugar, la castración lleva menos tiempo y se aplican menos puntos. En tercer lugar, los gatitos pequeños se recuperan más rápido después de la cirugía y después de la anestesia que los animales adultos.
Contras de la castración temprana de gatos
Las hormonas sexuales afectan el crecimiento y desarrollo del esqueleto. Por lo tanto, la castración temprana ralentiza la detención del crecimiento de las placas óseas en un gato. Como resultado, aumenta el crecimiento de huesos largos y el animal adulto se vuelve más alto y más delgado que sus contrapartes. Sin embargo, no todos los propietarios consideran que tal estructura esquelética sea una desventaja para su mascota.
Anteriormente también se creía que la castración temprana es la causa de la obesidad y la urolitiasis. Pero los estudios científicos han demostrado que estas enfermedades no son causadas por una operación temprana, sino por una serie de factores, incluida la predisposición genética, los patrones dietéticos y el nivel de actividad física.