Cuando el cachorro crezca, es hora de inculcarle las reglas de la "etiqueta" del perro: acostumbrarlo a un collar y salir con el dueño. De hecho, es bastante difícil para un cachorro aceptar un cuerpo extraño en el cuello: se resiste, se le escapa de las manos e incluso muestra agresión. Para reducir las reacciones negativas, es necesario adiestrar al cachorro con el collar de forma gradual, mejor de forma lúdica.
En primer lugar, el collar debe coincidir correctamente con el volumen del cuello del perro. No debe ser demasiado apretado y doloroso; un dedo debe pasar libremente entre el collar y el cuello del animal. El collar se ajusta gradualmente a medida que el perro crece.
- La forma más sencilla es ponerse el collar discretamente, al menos durante unos minutos, e involucrar al cachorro en el juego. Un animal entusiasta no notará inmediatamente el inconveniente, y esto ya es la mitad de la batalla. Si repite tales acciones a diario, gradualmente el cachorro percibirá el collar con más calma y será posible aumentar los intervalos de tiempo, así como repetir los ejercicios varias veces al día.
- Una de las formas más efectivas es usar el collar justo antes de amamantar. En este caso, la comida será una distracción y el perro aceptará rápidamente el inconveniente.
- Si el cachorro categóricamente no quiere percibir la innovación: se arranca el collar con las patas, se frota el cuello contra el suelo o sacude la cabeza, entonces debe reemplazarse con algo más suave, por ejemplo, una cinta liviana. Debe atarlo con fuerza, pero no apretado. Habiéndose acostumbrado a la cuerda, el cachorro se acostumbrará fácilmente al collar.
- No es ningún secreto que la actitud afectuosa hacia el animal calma a la mascota y la sintoniza con un estado de ánimo humilde. En el proceso de entrenamiento, es necesario decirle palabras de aprobación al cachorro, acariciar y tratar con algo sabroso.
- La siguiente forma es evocar asociaciones agradables en el animal mientras lleva puesto el collar. Si se lo pone durante una o dos horas antes de dar un paseo, la mascota se dejará "atar" de buen grado y se enamorará del collar como atributo indispensable del paseo.
- El entrenamiento disciplinario comienza con el collar y continúa con la educación al aire libre cuando el perro sale a caminar con el dueño. La tarea del dueño es enseñarle al cachorro a caminar correctamente con una correa, lo cual es bastante difícil al principio y requiere cierta paciencia. La distancia al caminar entre el dueño y el perro no debe ser superior a 1,5 metros. Cuanto más activamente el cachorro intenta escapar hacia un lado, más persistentemente es necesario sujetarlo y acortar más la correa. Debe tirar de la correa con cuidado, no con brusquedad, para no lastimar al animal. Si realiza tales ejercicios varias veces al día, incluso el cachorro más ágil se humillará y hurgará obedientemente como un perro adulto.
Con un hábil entrenamiento del cachorro, se pueden lograr excelentes resultados. La mascota no solo no interferirá con la colocación del collar, sino que incluso pondrá la cabeza debajo del collar por sí sola, sin ser obligada, a salir a caminar.