Todo perro debería tener un collar. Son muy diferentes, para ciertos tamaños, grupos de razas y tipos de entrenamiento. El proceso de habituación no siempre y no en todos los perros transcurre sin problemas. Muy a menudo, el cachorro reacciona negativamente a las acciones del propietario que le resultan incomprensibles. Se da la vuelta, trata de quitarse el cuello, a veces “se ofende”, se mete en una esquina, no juega, no responde a las órdenes o simplemente se acuesta y se queja. Sin embargo, si se comporta correctamente, afrontará rápidamente la situación.
Instrucciones
Paso 1
Compre un collar de cuero sencillo para su cachorro, suave y ligero, de 2-2,5 cm de ancho, que se usa por primera vez a los 3-4 meses. Asegúrate de que no quede demasiado apretado o, por el contrario, demasiado suelto. Ajústelo para que al caminar hacia atrás, el perro no pueda saltar fuera de él. Haz agujeros adicionales si es necesario. Dos de sus dedos deben pasar libremente entre el collar y el cuello del perro.
Paso 2
Llama al cachorro, acaricia, habla cariñosamente, dale una golosina. Enséñele el collar, déjelo que lo huela. Ponlo en tu cachorro al principio mientras juegas. Si no está satisfecho, intente distraerlo. Después de unos 5 minutos, quítese el collar. Elogie al bebé, acarícielo, dele algo sabroso. Repite este proceso varias veces durante el día. Aumente gradualmente el tiempo que su cachorro permanece en el collar. Recuerda animarlo constantemente. No fuerce ni tolere movimientos bruscos y bruscos. Intente asociar el collar con momentos agradables: un juego, un regalo. Poco a poco, el bebé dejará de prestarle atención.
Paso 3
Una vez que el cachorro se haya acostumbrado lo suficiente al collar, déjelo puesto y no se lo vuelva a quitar. Pero si todavía está nervioso, intente cambiar de táctica. Colóquese el collar y la correa antes de alimentar. Coloque el plato de comida en el rincón más alejado para que el cachorro pueda verlo. Mantenga la correa ligeramente tensa cuando vaya a comer. Y cuando empiece a comer, déjelo en el suelo. Haga esto durante unos días. El cachorro atará el collar y la correa con un momento agradable: la alimentación.
Paso 4
Muy a menudo, después de sacar al perro, el problema se resuelve por sí solo. El niño rápidamente se da cuenta de que el collar y la correa son un paseo. Esto significa un momento más agradable.
Paso 5
Ajusta el tamaño del collar a medida que crece tu cachorro. A los 6-8 meses, reemplácelo por el estándar habitual.