La rabia es una de las enfermedades infecciosas más peligrosas que afecta principalmente al sistema nervioso del perro. Los síntomas aparecen varios días después de la infección, por lo que el más mínimo cambio en el comportamiento de una mascota de cuatro patas debe alertar inmediatamente al propietario. De lo contrario, la rabia puede matar al perro e infectar a otros animales o personas.
Rabia
La rabia puede tomar dos formas: violenta y silenciosa. La principal diferencia radica en los primeros síntomas de la enfermedad. Como regla general, no es posible reconocerlos de inmediato y clasificarlos correctamente. Los cambios en el comportamiento del perro suelen ocurrir unos días después de la infección con el virus, pero a veces los signos no aparecen hasta unos meses después. Cualquier desviación en el comportamiento del perro de la rutina habitual es la primera señal para un examen.
Además de las principales formas de rabia, también existe un tipo de enfermedad diferente: la forma atípica. En este caso, es muy difícil reconocer la infección. Los primeros signos de la enfermedad recuerdan más a un trastorno intestinal, intoxicación o gastritis. El perro comienza a vomitar, diarrea y sube la temperatura.
Síntomas de rabia violenta
La forma violenta de la rabia se manifiesta en tres etapas. El primer síntoma al que debe prestar atención es la falta de voluntad para comunicarse con las criaturas vivientes y la falta de interés en ellas. El perro comienza a evitar cualquier contacto con el mundo exterior, se esconde en lugares apartados, no responde al apodo y rechaza la comida. Pero durante el contacto con el dueño, el animal puede quejarse y mostrar un afecto excesivo.
El deseo de soledad es reemplazado gradualmente por la agresión. Esta es la segunda etapa de la rabia violenta. El perro comienza a irritarse con los objetos que lo rodean, se comporta con saña con el dueño y se pone nervioso sin ninguna razón en particular. En esos momentos, los animales tienden a morder. Además, su reflejo de agarre surge no solo en relación con personas o animales, sino también con objetos inanimados.
La tercera etapa de la rabia violenta es especialmente peligrosa. En este momento, el perro desarrolla parálisis de la laringe. Un ladrido ronco se suma a la agresividad general. Al mismo tiempo, el perro comienza a aullar constantemente y apresurarse a todo lo que lo rodea.
Forma silenciosa de rabia
Con una forma tranquila de rabia, en la etapa inicial del desarrollo de la enfermedad, el perro no muestra agresión u otros cambios en el comportamiento. Los principales síntomas que determinan la enfermedad se relacionan con la condición física del animal. En primer lugar, aparece una salivación profusa, el perro no puede llevar a cabo los reflejos de deglución, lo que complica no solo la ingesta de alimentos, sino también el agua.
Los principales cambios en el comportamiento del perro son aspecto cansado, somnolencia, marcha inestable. Con el desarrollo de la enfermedad, se produce parálisis de las extremidades, las mandíbulas y la laringe. Además, el animal tiene miedo de estar solo, requiere atención constante y acaricia al dueño.
Nota
Algunas razas de perros son especialmente peligrosas cuando se infectan con la rabia. En primer lugar, se trata de Dolmatins y Bull Terriers. Es imposible curarlos y durante la enfermedad muestran una forma especial de agresión.
Puede contraer rabia de un perro enfermo no solo a través de una mordedura, sino también cuando su saliva llega a los más mínimos rasguños o abrasiones. Esto debe ser recordado no solo por todos los dueños de una mascota de cuatro patas, sino también por aquellos que no lo hacen. pierda la oportunidad de acariciar o jugar con un animal amigable.