Una tibia fracturada en un gato es una lesión muy grave, pero no un veredicto en absoluto. Si entrega a su mascota lisiada al veterinario lo antes posible y luego monitorea el proceso de curación ósea, en 2-3 meses el gato estará vigoroso y sano nuevamente.
En general, se acepta que los gatos son animales excepcionalmente ágiles, ágiles y flexibles. Desafortunadamente, a veces incluso ellos pueden resultar lesionados, por ejemplo, como resultado de una caída desde una altura o como resultado del ataque de otro animal. Una de las lesiones más comunes de los gatos es la fractura de tibia.
Primeros pasos para la fractura de tibia en un gato
Las fracturas de tibia más graves en los gatos son fracturas abiertas o fracturas cerradas con huesos desplazados. Estas lesiones son muy dolorosas para el animal, la mayoría de las veces van acompañadas de shock y pérdida de sangre. El gato debe tumbarse lo antes posible, aún sobre una superficie estable y resistente, como una tabla ancha. Solo entonces podrá ser llevado al hospital veterinario. El médico examinará a la mascota herida y le inyectará analgésicos.
Si la tibia de un gato está rota, en muchos casos es muy difícil combinar ambos extremos en el lugar de la fractura y fijarlos en esta posición con un vendaje o yeso. Es por eso que a menudo se usa la intervención quirúrgica con la imposición de un alfiler. La varilla de metal permite que los bordes del hueso estén bien alineados y cicatriza en 1 a 4 meses. La velocidad de restauración de la integridad del hueso depende de la edad y el temperamento del animal y de las condiciones en las que vive.
Cuidando a un gato después de una fractura de tibia
Si la fractura estaba abierta, el veterinario instalará drenajes especiales en la herida, que sirven para drenar el líquido durante el período de curación. El dueño del gato debe controlar su integridad y limpieza.
En cualquier caso, en los primeros días después de la operación, debe mostrar el gato al médico tratante todos los días para que controle el estado del animal y, si es necesario, corrija el tratamiento prescrito.
Independientemente de cómo se fijen los bordes del hueso, con un alfiler, un yeso o un vendaje apretado, el movimiento del animal debe ser limitado. Quizás sea mejor para él pasar un tiempo en la jaula para que el gato no se lastime el hueso que ya ha comenzado a crecer juntos. Será útil introducir suplementos vitamínicos especiales para la salud ósea en la dieta del animal, cuáles se le indicarán en la clínica veterinaria o en la tienda de mascotas.
Para prevenir fracturas, en primer lugar, es necesario asegurarse de que el gato no tenga acceso a las ventanas abiertas y no pueda salir a la calle, donde puede convertirse en presa de perros callejeros o ser atropellado por un automóvil.