El gato siamés se distingue por su exquisita belleza y carácter independiente. Para que se sienta cómoda, y no tengas problemas, cría al gatito correctamente desde los primeros días de su aparición en tu casa. La mascota necesita comunicación, atención y cuidado constante, entonces estar cerca de él solo traerá alegría.
Instrucciones
Paso 1
Para tener la menor cantidad de problemas posible en el futuro, elija a su gatito con cuidado. El niño no debe ser demasiado tímido o, por el contrario, agresivo. Presta atención a la salud del gatito. Los siameses se caracterizan por problemas oculares y enfermedades del tracto respiratorio superior. Revisa si el gatito tiene secreciones purulentas de la nariz, los ojos y los oídos. Asegúrese de que tenga todo en orden con la cola: los gatitos de esta raza pueden tener defectos de nacimiento. Una mascota sana siempre es más extrovertida y obediente.
Paso 2
Desde los primeros días de la aparición del bebé en la casa, establezca las reglas para el gatito. Dale un lugar apartado para descansar. A los siameses les encanta ver lo que sucede en la habitación, pero también pueden necesitar total privacidad. La opción ideal es una casa con un sofá alto, así como una variedad de dispositivos para saltar y trepar. Los representantes de esta raza son muy activos, por lo que es importante poner la energía del bebé en un canal pacífico desde los primeros días.
Paso 3
Resuelve problemas con el inodoro. Los siameses son muy limpios y delicados; muchos gatitos no necesitan una, sino dos bandejas. Proporcione la cantidad requerida de macetas y cambie su arena con regularidad. Elige el que le guste al animal. No hay pellets ni aserrín que se adhieran al pelaje liso, lo que facilita que su bebé mantenga la higiene.
Paso 4
Proporcione una nutrición adecuada. El gatito no debe estar sobrealimentado: el siamés debe mantener una silueta esbelta exquisita. Sin embargo, tampoco se recomienda matar de hambre al animal: una nutrición insuficiente lo inquieta. La mejor opción es un alimento profesional equilibrado especialmente formulado para gatos de razas orientales. Aportarán la cantidad adecuada de nutrientes, además de cuidar la belleza del pelaje, la salud de los ojos y la fortaleza de los huesos. No entrenes a tu gatito para recibir golosinas ni lo alimentes de la mesa. El animal debe saber que durante la comida de los dueños, su presencia es indeseable.
Paso 5
Los gatos siameses son muy sociables. No debes tener un gatito de esta raza si estás fuera todo el día. Un gato aburrido comenzará a divertirse de una manera accesible: estropear los muebles tapizados, maullar fuerte y dejar charcos en el piso. La falta de atención puede hacer que un animal se deprima o se vuelva agresivo e incontrolable. Para la empresa, puede conseguir otro gato, pero es mejor prestar atención a la mascota todos los días: acaríciela, juegue, hable.
Paso 6
Si el gatito es culpable, regañalo, pero no lo golpees, la mascota debe confiar en el dueño. Intente averiguar cuál es la raíz del problema. Quizás el gatito no tenga suficiente atención, no esté comiendo adecuadamente o esté enfermo.
Paso 7
La sociabilidad y "locuacidad" de los siameses son notadas por todos los que se han ocupado de esta raza. No intente silenciar al gato: maullidos frecuentes, ronroneos fuertes y una amplia gama de otros sonidos acompañarán todas las acciones de su gato.
Paso 8
Los gatos orientales se caracterizan por una pubertad precoz y una actividad en materia de reproducción. Si no planeas criar gatitos, castra a tu mascota después del primer o segundo estro. Esto también se aplica a los machos: los gatos no castrados marcan activamente su territorio y son propensos a escapar. Una simple operación solucionará los problemas de comportamiento y hará que el gato esté más tranquilo. Sin embargo, algunos machos también marcan después de la castración. La ventaja es que la descarga no tendrá un olor tan penetrante.