Todos los días, a la misma hora, se escucha el canto de un gallo en las granjas y en las aldeas. Los investigadores todavía están tratando de averiguar qué despierta a estas inquietas aves a una hora tan temprana. Y cada nuevo zoólogo responde a esta pregunta a su manera, y cada uno encuentra nueva evidencia para sus argumentos.
El canto de un gallo siempre ha servido como una forma para que la gente controle el tiempo; los primeros gallos desempeñaron el papel de un reloj despertador moderno, dando a sus dueños una señal de despertar. Era su grito de que los campesinos esperaban santiguarse y ponerse en camino.
Los segundos gallos anunciaron que era hora de que las campesinas ordeñaran las vacas, amasaran la masa para hacer pan y comenzaran con las demás tareas del hogar. Y ya con los gritos de los terceros gallos, el resto del pueblo se despertó, retomando su trabajo diario.
Señal de intimidación
Por sí solo, el canto de un gallo es una señal para un rival potencial, una forma de designar al dueño del territorio. En su hábitat natural, todos los animales tienen su propia área específica donde se alimentan y se reproducen. Protegerlo y protegerse a sí mismos es la tarea que les impone la propia naturaleza.
Feroces batallas, heridas recibidas en ellas, y más aún la muerte de machos que lucharon por su territorio, afectan gravemente a la población y son perjudiciales para la especie. Los gallos, conocidos matones, pueden resolver estos problemas sin derramamiento de sangre, simplemente intimidando a quienes los rodean con un fuerte cacareo.
El primer canto se escucha ya al amanecer: tan pronto como el gallo se despierta, se apresura a declarar a los demás sobre sí mismo y sus derechos territoriales. Esto está determinado por el reloj biológico, el ritmo circadiano y las características del sistema nervioso central del ave. Sin embargo, esto no responde a la pregunta de cómo los gallos determinan el tiempo. La versión más común hoy en día se basa en la disposición de las estrellas.
En su libro "El mundo de nuestros sentidos", Lev Economov dice que los intentos de los zoólogos de conectar el canto de los gallos con la ubicación de las estrellas llevaron a conclusiones sorprendentes. Resultó que los primeros trinos de gallo comienzan a sonar tan pronto como Canopus (una estrella de la constelación de Carina) se ilumina en el cielo, y cuando desaparece detrás del horizonte, los segundos gallos dan su voz.
Las razones por las que los terceros gallos están cantando aún son un hecho poco claro, así como también cómo estas aves logran navegar por las estrellas, sentadas en un gallinero cerrado.
La atención de los científicos
Los científicos italianos incluso llevaron a cabo un estudio especial, con el objetivo de determinar qué reloj biológico funciona con mayor precisión. Para ello, durante una semana a gran profundidad, observaron el comportamiento de varios pollos, gallos, conejos y dos docenas de científicos. No es de extrañar que, según los resultados del experimento, fueran los científicos los primeros en "salir de la carrera".
Los gallos de la mañana se distribuyen de la siguiente manera:
- los primeros gallos - cantando en la primera hora de la noche;
- los segundos gallos - cantando en la segunda hora;
- los terceros gallos - cantando a las cuatro de la mañana.