Si eres dueño de un amigo emplumado, debes mostrárselo a un especialista (ornitólogo) al menos una vez al año con fines preventivos. Sin embargo, la mayoría de las veces solo buscamos ayuda cuando el ave ya está enferma. ¿Cómo saber qué le pasa a tu mascota antes de que llegue el médico? Los indicadores de la mala salud de un loro son la apariencia y el comportamiento. A continuación se enumeran algunos signos típicos de la enfermedad.
Instrucciones
Paso 1
El pájaro duerme mucho o casi todo el tiempo, no juega, no se limpia las plumas. Ojos doloridos, secreción nasal, estornudos indican que el ave tiene un resfriado.
Qué hacer: caliéntelo debajo de la lámpara, la temperatura debe mantenerse entre 30 y 35 grados. Sin embargo, tenga en cuenta que un lado de la jaula está sombreado. El pájaro debe poder esconderse si hace calor. Casi todas las enfermedades no complicadas de las aves se tratan al principio con calentamiento.
Paso 2
Respiración intermitente. El pájaro respira con dificultad o lloriquea, a pesar de que por fuera parece prácticamente sano. Lo más probable es que la enfermedad ya se haya vuelto crónica.
Qué hacer: es urgente mostrárselo al médico, el diagnóstico solo se puede hacer con un examen más completo.
Paso 3
Si, sentado en una percha, el pájaro sostiene su cola perpendicular al piso, esta es una señal muy alarmante. Síntomas similares pueden indicar problemas pulmonares.
Paso 4
Notaste que el loro empezó a beber mucho. Los problemas con el tracto gastrointestinal y los riñones se acompañan de problemas similares.
La diarrea es otro signo de inflamación gastrointestinal. Si no se siente bien, un loro puede sentarse en el piso de la jaula durante mucho tiempo, de un ave activa y alegre se convertirá en una pasiva y triste.
Qué hacer: dar infusión de manzanilla, transferir a alimentos de fácil digestión, colocar una lámpara (preferiblemente infrarroja) al lado de la jaula.
Paso 5
Aparecieron crecimientos en las piernas, las articulaciones estaban inflamadas, enrojecimiento y pequeñas heridas: una garrapata o una infección bacteriana.