Gromphadorhina portentosa, o cucaracha silbante de Madagascar, es un género de cucarachas tropicales muy popular entre los amantes de las mascotas exóticas. Son ideales para aquellos que no pueden permitirse tener, digamos, una iguana o un cocodrilo en casa, pero están ansiosos por tener alguna criatura inusual. Las cucarachas de Madagascar no tienen pretensiones y no necesitan cuidados específicos.
Las cucarachas de Madagascar son amigables y limpias, no huelen ni transmiten infecciones (a diferencia de, por ejemplo, las cucarachas rojas) y no pican. Los machos de estos insectos pueden alcanzar una longitud de 5, 5-6, 5 cm, en casos raros, 10 cm. No viven en casa por mucho tiempo, solo dos, dos años y medio, pero si se toma bien cuidar de ellos, son capaces de vivir hasta cinco años. Las hembras de las cucarachas silbantes emiten un silbido específico durante el apareamiento y cuando sienten peligro, y los machos silban. Puede distinguir a un macho de una hembra por dos cuernos erguidos en el protórax (el área delante del pecho), que solo están disponibles en los machos. Para asentar las cucarachas de Madagascar en casa o en un apartamento, debe comprar un acuario y un bebedero especial (pueden ahogarse en uno normal). El fondo debe estar sembrado con aserrín y hojas para que tengan dónde enterrarse. También es necesario hacer una especie de refugio a partir de materiales de desecho, donde los insectos descansarán y se esconderán. Para ello son adecuadas las bandejas para huevos, cajas de cartón, etc. Si esto no se hace, tarde o temprano saldrán del acuario y se arrastrarán hasta las esquinas. Además de los refugios, es aconsejable colocar madera flotante y ramas en el acuario sobre el que se arrastrarán las cucarachas. La temperatura en el acuario debe ser de al menos 25 grados y la humedad debe ser de alrededor del 65%. Rocíe el acuario con una botella de spray varias veces a la semana para mantener los niveles de humedad adecuados. El acuario se limpia solo una vez al mes. En cuanto a la comida, las cucarachas de Madagascar son absolutamente omnívoras: pueden comer tanto alimentos frescos como podridos, por lo que suelen alimentarse con restos de comida. Para la salud y conservación de una cáscara dura, son alimentos útiles que contienen calcio. En resumen, la cucaracha de Madagascar es la mascota más sencilla que puedes conseguir; es más fácil de cuidar que los hámsteres o los pájaros. Sin embargo, antes de adquirir una cría de estas exóticas criaturas, asegúrese de discutir esta idea con su hogar, porque a pesar de todo, estas criaturas no son para todos.